tag:blogger.com,1999:blog-56319129817621139932024-03-05T22:58:09.554-08:00La muralla de Badajoz. De la cerca medieval a la cerca abaluartada (1679-1700)Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.comBlogger6125tag:blogger.com,1999:blog-5631912981762113993.post-87874295079568347682011-07-16T14:52:00.000-07:002011-07-16T14:59:37.276-07:007. FRANCISCO DOMINGO Y CUEVA<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Dejemos las obras y pasemos a su autor. Francisco Domingo y Cueva era vecino de Blesa (Teruel). No conocemos ni su fecha de nacimiento ni cuando llegó a Extremadura. En realidad, solo podemos señalar con certeza que en 1644 ya servía en el Real Ejército de Extremadura aunque no sabemos si su presencia en Badajoz es anterior a esa fecha. Desde entonces permanecerá en Extremadura salvo una breve estancia en Navarra y San Sebastián (hacia 1682). Falleció en Badajoz en 1694(1).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Durante su larga estancia en Extremadura desempeñó múltiples cargos tanto militares (Capitán de caballería, Capitán de infantería, ayudante de ingeniero, ingeniero, ingeniero mayor, Maestro de Campo supernumerario y Teniente de Maestre de Campo General) como civiles (regidor, alférez mayor, comisario municipal para distintas obras, etc).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Sin desdeñar su faceta constructiva, que fue muy importante, nos vamos a centrar en la de ingeniero. Solicitó plaza de ingeniero en 1644 aunque no tenía experiencia y su formación se limitaba a haber <i style="">estudiado matematicas</i>. Pese a todo fue admitido ya que había escasez de ingenieros nacionales. En efecto, en enero de 1645 el marqués de Torrescuso señalaba que sólo servían en Badajoz dos ingenieros (Francisco de Agüero y Rafael de Médicis). El marqués de Torrescuso se “olvidó” de Dionisio de Guzmán y del Sargento Mayor Jordán de Xerez. En cualquier caso, la situación era lamentable ya que un ingeniero francés, que fue hecho prisionero en la batalla de Montijo (mayo de 1644), informó a los portugueses de todo lo que se había construido en Badajoz. Por otra parte, Francisco de Agüero estaba agonizando y Rafael de Médicis había recibido orden de trasladarse a las plazas de Aroche y Encinasola. Francisco de Agüero murió a finales del mes de enero del año 1645, de modo que si Rafael de Médicis era destinado a Aroche y Encinasola no quedaría en Badajoz <i style="">persona que tenga experiencia en fortificaciones</i>. Rafael de Médicis se trasladó a la Sierra de Aroche pues Félix Sancha Soria ha documentado su presencia en Encinasola (mayo) y en Aroche (junio). <span style=""> </span><br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El traslado de Rafael de Médicis no dejó a Badajoz sin ingeniero pues en 1645 está documentada la presencia en Badajoz de Francisco Antonio Camasa, jesuita napolitano que ocupaba la cátedra de artes bélicas del Colegio Imperial y al que J.H. Elliot no duda en calificar de <i style="">eximio matemático</i> (2). Durante su estancia en Badajoz intervino en el presupuesto y tramitación de la Atalaya de la Corchuela (que construirá Francisco Domingo) y en un proyecto para fortificar Jerez de los Caballeros (18 de junio de 1645) (3). En diciembre de 1647 trabajaba en Badajoz<span style=""> </span>Juan Santans y Tapia, otro gran ingeniero, pero al igual que Francisco Antonio Camasa no permaneció mucho tiempo en la frontera Extremeña.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El nombramiento de Francisco Domingo vendría a paliar la escasez de ingenieros. Es decir, sospechamos que fuese la escasez de ingenieros y no su formación la que le permitió acceder al empleo. Como quiera que fuese, desde 1644 Francisco Domingo, que tenía el grado de capitán de caballería, ejercerá de ayudante del ingeniero de la artillería (4). Su primer trabajo documentado como ingeniero, o más correctamente ayudante de ingeniero, lo realizó en 1647 en las fortificaciones de Valencia de Alcántara(5).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Al tiempo que trabajaba como ingeniero realizó obras como constructor/alarife. La primera obra conocida en la que intervino como constructor fue la Atalaya de la Corchuela (19 de julio de 1645) (6). A lo largo de su carrera realizó otras obras (camino cubierto, 1663; puestos de guardia, 1665). Pese a todo, su situación no era muy boyante y en 1659 se vio obligado a vender su caballo para poder subsistir (7).<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Como hemos adelantado, Francisco Domingo también fue alférez mayor del ayuntamiento y en 1665 fue nombrado, junto con el regidor Miguel Montero del Moral, comisario para inspeccionar/evaluar el estado de la casa que el Ayuntamiento había comprado para las comedias. Parece ser que cumplieron con diligencia y en el Cabildo Municipal celebrado el 13 de abril de 1665 informaron que la casa se había arruinado y eran necesarias varias obras para cerrar los portillos abiertos y reparar buena parte de la cubierta (8).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El 10 de diciembre de 1666, fue nombrado comisario (delegado/inspector municipal) con el encargo de supervisar la construcción de las atalayas de Cascajoso y Puente de Gévora o Prado Ruano. En esta ocasión también fue el responsable de efectuar el correspondiente repartimiento destinado a financiar dichas obras (9).<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Resulta complicado secuenciar los distintos cargos y empleos que desarrolló por ello, nos vamos a centrar en un documento de noviembre de 1669 en que se hace un resumen, que consideramos muy ajustado, de lo que fue su evolución salarial. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"><span style=""> </span>Ya hemos dicho que Francisco Domingo ingresó en el Real Ejército como capitán pero dados sus conocimientos de matemáticas y la escasez de ingenieros fue aceptado como ayudante de ingeniero. Sabemos también que después pasó a ayudante de teniente del maestro de campo general con un sueldo de 40 escudos. Posteriormente, y <i style="">en atención a sus méritos</i>, fue asignado al servicio de Luis Ferrer (Maestre de Campo General y Gobernador de las Armas de Extremadura) con un sueldo de 65 escudos al mes aunque a causa de las dificultades de la Hacienda Pública, se le bajó el sueldo. Francisco Domingo reclamó y 18 de noviembre de 1669 el Consejo de Guerra estudió su petición<br /></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…Ha se visto en el Consejo un Memorial del capitan Don Francisco Domingo Yngeniero Militar y Alferez mayor de la Ciudad de Badajoz en que se refiere ha servido à servido a vuestra Mag<sup>d</sup> veinte y seis años con la aprobacion particular que consta, y de haver perdido mas de diez y ocho mil Ducados de hacienda con ocasión de la Guerra de Portugal y por tenerla en la Raya de aquel Reyno, y por que ademas de lo militar ha servido también à vuestra Mag<sup>d</sup> en lo Politico, siendo en el Ayuntamiento de aquella Ciudad el primer voto el suyo, y de los que siempre han obrado con fineza en quanto se ha ofrecido tocante à concesiones, y que quando la aclamacion del Rey nuestro Señor, levanto el Pendon como tal Alferez mayor haviendole causado tan gran funcion gastos muy considerables: Suplica à vuestra Mag<sup>d</sup> en atención a lo referido hallarse estropeado y imposibilitado de poderlo continuar por la guerra y o mantenerse con los cuarenta escudos que se le han señalado por un año se le situen los sesenta y cinco que gozó ultimamente por los dias de su vida…”</i><span style=""> (10)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El Consejo de Guerra consideró ajustada la petición y recordó que<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt; text-align: justify;"><i>“…En los Militares no es habitual se les vaje nada de lo que una vez han gozado por gracia adquirida por sus meritos…”</i><span style=""> (11)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>La Corona no sólo admitió la sugerencia del Consejo sino que además apostilló que <i style="">la vaja no fue por demerito suyo sino por la estrecheza de la Real hacienda</i> (12)<i style="">.</i> Todo parecía resuelto pero en los años siguientes sigue reclamando el sueldo.<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>Según María Cruz Villalón, en 1670 partió de Extremadura Luis de Venegas, el ingeniero mayor, y su plaza quedó vacante. Francisco Domingo optó a ella, y la consiguió, aunque los méritos que alegó nos parecen exiguos (había delineado algunas fortificaciones de la frontera y asistió como ingeniero en las operaciones de Olivenza y Elvas) (13). Ese mismo años solicita un aumento de sueldo de 15 escudos. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>La situación de Francisco Domingo fue mejorando hasta el punto que el 24 de junio de 1673 fu nombrado alcalde de Santa Hermandad por el Estado Noble (14).<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i><span style="">El 9 de agosto de 1674, el Ayuntamiento volvió a nombrarle comisario. En esta ocasión debía supervisar las obras en las puertas y alcapones de la Cabeza de Puente (la puerta que comunicaba la plaza comprendida entre el puente y la Puerta de Palmas con el camino de las Aceñas y Telena) y la puerta de la Aceña (molinos del Guadiana que se localizaban junto lo que hoy es el arranque del Puente Nuevo o de la Universidad)</span> (15)<span style="">. El 13 de agosto de ese año presentó el presupuesto de la obra</span> (16)<span style="">.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En 1675, en compañía de Luis Ferrer (Gobernador de las Armas de Extremadura), reconoció las fortificaciones de la frontera (17). En las cartas que envía Luis Ferrer al Consejo de Guerra se refiere a Francisco Domingo como <i style="">Capitan Francisco Domingo Yngeniero militar de esta frontera</i>. Los trabajos de inspección se plasmaron<i style=""> </i>en dos informes (8 de febrero y 1 de marzo de 1675) en los que detallaron el estado de las fortificaciones y también los fondos que debían destinarse tanto a las reparaciones como a los sueldos de los soldados.<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="">El 20 de julio de 1675 hace públicas las condiciones para levantar la iglesia del convento de las Descalzas que el mismo había proyectado</span> (18)<span style="">. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i><span style="">El 11 de enero de 1677 informó, también al Ayuntamiento, del coste de las reparaciones del puente del Rivillas, la Puerta de Pelambres <i style="">y el porttillo q. cae a la puerta de la traición</i></span> (19)<i style=""><span style="">.</span></i><span style=""> Posiblemente también fue comisario de esta obra (4 de febrero de 1677)</span> (20)<span style="">.</span><i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i><span style="">Desde 1677 intervendrá en las gestiones para construir dos cuarteles en Badajoz (licencia real, financiación, etc). En el Cabildo Municipal del 28 de enero de 1677 presentó la planta de los cuarteles de caballería e infantería que había delineado</span> (21)<span style="">. El 11 de agosto, las autoridades municipales acordaron abonarle 400 rs por sus trabajos (tasación del cuartel de caballería y una nueva planta de lo que faltaba para terminar la obra)</span> (22)<span style="">.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i><span style="">Luis de Venegas volvió a Extremadura en 1677. Posiblemente, el retorno de Luis de Venegas esté vinculado con su nombramiento como Ingeniero Mayor de Extremadura (R.O., Madrid, de 8 de febrero de 1677). Como ya hemos visto, Luis de Venegas desarrolló ese año una intensa actividad (informe sobre el estado de las fortificaciones de la frontera de Extremadura y distintos proyectos para fortificar el frente del Rivillas). De ambos trabajos nos hemos ocupado en el capítulo dedicado al cambio de política que se verificó en 1675.<br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="">La situación volvió a cambiar, y de nuevo a favor de Francisco Domingo. En efecto, Luis de Venegas fue encarcelado por el asesinato del capitán de caballería Manuel de Acuña y, además, violar la pena de prisión que se le había impuesto. En esta situación, el Rey determinó enviar a Luis de Venegas a América. En 1678 ya se encontraba en América trabajando en Cartagena de Indias aunque Luis de Venegas sigue titulándose Ingeniero Mayor de Extremadura.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="">Antonio Paniagua solicitó un nuevo ingeniero al Consejo de Guerra pues </span>Francisco Domingo, que estaba presente en Badajoz, <i>no tiene plaza y lo que hace es menester pedírselo</i> (31 de marzo de 1679)(23). Concretamente propone al ingeniero Ambrosio Borsano que por entonces servía en Cataluña.<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>Como quiera que fuese, la situación de Francisco Domingo terminó normalizándose a partir de mediados de 1679. Desde ese año aparece como ingeniero e interviene en todos los trabajos de cierta entidad que se ejecutan en Badajoz.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>En 1679 trabajó tanto para la Corona como para el Ayuntamiento. Para este último diseñó y redactó las condiciones y presupuesto para construir el cuartel de caballería de Santo Domingo. En estas obras también intervino como comisario municipal (24).<i> </i>Asimismo redactó las condiciones para reparar el camino cubierto de la ciudad (8 de de abril de 1679) y el fuerte de Pardaleras (13 de mayo de 1679). En el primer documento aparece como ingeniero militar y en el segundo como ingeniero mayor.<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Su actividad fundamental en 1679 se centró en las fortificaciones abaluartadas de la Trinidad. El 2 de junio diseñó y presupuestó dichas fortificaciones. El proyecto incluía dos baluartes (Trinidad y Santa María), la cortina intermedia, parte de otra y el foso. El proyecto fue amputado pues en septiembre de 1679 sólo salió a concurso la construcción de un baluarte, una cortina, parte de otra y medio flanco del Baluarte de Santa María. Estas obras se completaban con la excavación del foso.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>Las obras abaluartadas, que comenzaron en 1679, prosiguieron en 1680 pero después no continuaron. Desconocemos las causas y en este asunto sólo podemos señalar que en 1682 Francisco Domingo se encontraba trabajando en Navarra e intervino en las fortificaciones de San Sebastián (25). No sabemos si las obras se paralizaron al desplazarse el ingeniero, o bien, el ingeniero fue desplazado al paralizarse las obras. Tampoco descartamos que otro se hiciese cargo de los trabajos. En este sentido hemos de señalar que Alonso Hernández Manzano aparece citado como maestro mayor de obras y fortificaciones de Badajoz (26). Por lo que se refiere a los trabajos en San Sebastián, Javier Ma Sada señala que Francisco Domingo dirigió las obras exteriores y hornabeques de las murallas y la fortificación del Monte Urgull. La intervención de Francisco Domingo no estuvo exenta de tensión pues mantuvo varias discusiones con Alonso Cepeda y Francisco Franquet.<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>Ignoramos cuanto tiempo permaneció en Navarra pero en octubre de 1684 ya se encontraba en Badajoz. En efecto, en la <i>Relación</i><i> de la forma en que se encontraban los presidios de Extremadura y en la que debian ponerse </i>se informa que en octubre de 1684 Francisco Domingo y Cueva servía como ingeniero mayor, Pascual Munio era ayudante de ingeniero y Esteban Mathein era ayudante de ingeniero pero reformado (27). En dicha relación se apunta que debían mantenerse los dos primeros empleos mientras que el tercero se mantendría mientras viviese el beneficiario que gozaba de 20 de escudos al mes <i>por sus muchos servicios crecida hedad y achaques</i> (28)<i>.</i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>En los años 1688 y 1689 su labor fue muy intensa. El 18 de mayo de 1688 redactó las condiciones para reparar los baluartes de la Torre del Canto y Santo Domingo y las zonas arruinadas de la muralla. El 12 de julio de 1688 redactó las condiciones para reparar del almacén de los afustes de la artillería y el 31 de agosto hace lo propio para las obras de reconstrucción del fuerte de Montijo.<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>En 1689 se retomaron las obras del recinto abaluartado. Francisco Domingo es el autor de los proyectos y presupuestos tanto para la muralla comprendida entre el Baluarte de la Trinidad y la Alcazaba (enero de 1689) como para la reparación de los puestos de guardia (23 de abril de 1689). Su labor se extiende también a otros aspectos vinculados con las obras (suministro de piedra y cal para la construcción, etc).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style=""> </span></i>La salud de Francisco Domingo fue deteriorándose con el paso de los años y en una carta del conde de Montijo, fechada el 30 de noviembre de 1691, se dice que<i><br /></i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt; text-align: justify;"><i>“…Trabaja con el mayor cuidado en la disposición de lo que se va <span style=""></span>obrando y es muy capaz y de grande inteligencia en la profesion pero está muy anciano y con poca vista y le es de gran molestia la ocupación continua que tiene…”</i><span style=""> (29)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>En atención a esta situación, el conde de Montijo solicitó que Esteban Escudero, que en ese momento servía como ingeniero mayor en Pamplona, pasase por Badajoz a reconocer el diseño y las obras que se estaban realizando. La ocasión era muy apropiada pues Esteban Escudero, natural de Alburquerque, se encontraba por entonces con dos meses de permiso en dicha localidad. Por ello, el conde de Montijo pedía que se le concediesen otros dos meses más para que en ese tiempo inspeccionase las fortificaciones de Badajoz (30). El Consejo de Guerra no accedió y ordenó que Esteban Escudero partiese para Navarra en enero de 1692 pero que informase de todo lo que pudiera haber visto en Badajoz (10 de diciembre de 1691) (31).<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El último trabajo que tenemos documentado de Francisco Domingo es un informe, fechado de 10 de septiembre de 1694, dando cuenta del progreso de las obras del recinto abaluartado de Badajoz.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Francisco Domingo murió en 1694 (32). Por entonces se estaba construyendo la cortina que une los baluartes de San José y San Vicente. Este último debió levantarse cuando Francisco Domingo había fallecido aunque debió dejarlo trazado. A favor de esta hipótesis juega el hecho de que este baluarte y el de San José tienen un diseño muy similar y en el último informe de Francisco Domingo sobre las fortificaciones habla de la situación y complicaciones para emplazar el Baluarte de San José como si fuera una obra suya. Otra opción posible es que los baluartes de San José y San Vicente fuesen diseñados por otro ingeniero.</p> </div> <span style="font-size: 12pt; font-family: "Times New Roman";"></span><b style=""><br /></b> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="">NOTAS</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style=""><br /></b></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">1.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de la ingeniería militar española en el siglo XVII. La plaza de Badajoz”, <i>Norba-Arte</i> (1996), Universidad de Extremadura, Cáceres, pág. 211; CRUZ VILLALÓN, M.: <i>Ciudades y núcleos fortificados de la frontera hispano-lusa. El territorio de Extremadura y Alentejo. Historia y Patrimonio</i>, Junta de Extremadura, Cáceres, 2007, pp. 272-273.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">2.ELLIOT, J.H.: <i style="">El conde-duque de Olivares</i>, Grijalbo-Mondadori, Barcelona, 1998, pág. 552.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">3.A.H.P., Badajoz, Prot. 300, fol. 140bis; I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVI, fol. 75</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">4.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de ingeniería militar española en el siglo XVII. La Plaza de Badajoz”, op. cit., pág. 206.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">5.CRUZ VILLALÓN, M.: <i style="">Ciudades y núcleos fortificados en la frontera hispano-lusa</i>, op. cit., pág. 272.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">6.GARCÍA BLANCO, J.: <i style="">Las fortificaciones de Badajoz durante la Guerra de la Restauración de Portugal (1640-1668)</i>, Aprosuba-3, Badajoz, 2001, pág. 128-129.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">7.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de ingeniería militar española en el siglo XVII. La Plaza de Badajoz”, op. cit., pág. 206.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">8.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XI, fol. 30.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">9.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XI, fol. 65v.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">10.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXXVI, fol. 205-205v.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">11.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXXVI, fol. 205v.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">12.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici Aparici-XXXVI, fol. 206.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">13.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de ingeniería militar española en el siglo XVII. La Plaza de Badajoz”, op. cit., pág. 210.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">14.BARREDO DE VALENZUELA Y ARROJO; DE CÁRDENAS Y LÓPEZ, A.A.: <i style="">Nobiliario de Extremadura</i>, tomo II, Ediciones de la Revista Hidalguia, Instituto Salazar y Castro, Madrid, 1977, pág. 211.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">15.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XIV, fol. 130v.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">16.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XIV, fol. 131.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">17.CRUZ VILLALÓN, M.: <i style="">Ciudades y núcleos fortificados en la frontera hispano-lusa</i>, op. cit., pág. 272.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">18.MARCOS ÁLVAREZ, F.: “Apuntes para la historia de la ciudad de Badajoz: el convento de Ntra Sª. de las Mercedes de clarias descalzas” <i style="">R.E.EX</i>, LIII-3, Diputación Provincial, Badajoz, 1997, pág. 890.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">19.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XVI, fol. 2.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">20.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XVI, fol. 10.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">21.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XVI, fol. 7v.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">22.A.H.M., Badajoz, L.A., vol. XVI, fol. 96v.</span></p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">23.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de ingeniería militar española en el siglo XVII. La Plaza de Badajoz”, op. cit., pp. 208 y 212</span></p> <p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">24.GARCÍA BLANCO, J.: “El cuartel de caballería de Santo Domingo”, <i>Apuntes para la Historia de la Ciudad de Badajoz</i>, Tomo V, R.S.E.A.P., Badajoz, 2004, pp. 107-114 </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">25.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de la ingeniería militar española en el siglo XVII. La plaza de Badajoz”, op. cit., pág. 211. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="" lang="EN-GB">26.A.H.P., Badajoz, Prot. 1764, fol. 246.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">27.<i>Relación de la forma en que se encontraban los presidios de Extremadura y en la que debian ponerse</i> (6 de octubre de 1684), Colección Aparici-XXVIII, fol. 182-182v.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">28.<i>Relación de la forma en que se encontraban los presidios de Extremadura y en la que debian ponerse</i>, op. cit., fol. 184-184v.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">29.I.H.C.M., Madrid, Aparici-XXVIII, fol. 215v; CRUZ VILLALÓN, M.: “Las murallas de Badajoz en el siglo XVII”, <i style="">Norba-Arte, </i>VIII (1988), Universidad de Extremadura, Cáceres, 1989, pág. 133.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">30.I.H.C.M., Madrid, Aparici-XXVIII, fol. 215-215v.</p> <p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;">31.I.H.C.M., Madrid, Aparici-XXVIII, fol. 216.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">32.I.H.C.M., Madrid, Aparici-XXVIII, fol. 280; CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de la ingeniería militar española en el siglo XVII. La plaza de Badajoz”, op. cit., pág. 211.</p>Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5631912981762113993.post-82370637598108536512011-07-07T11:24:00.000-07:002011-07-07T12:22:58.645-07:006. EL IMPULSO DEFINITIVO (1689)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsTBX9afrk8JwtPVu4Ms9pDRlD1PdaJiH3HN2yLgl36yMakBlIVeHhGYuXdErnLcCrl0MdTm67sDBDiZaqx_jBShvi7IbVlLGsSbQv_vBFEd97WbXfuRQTFPAYDXxYz7z3oanhenuxRxx8/s1600/DSCN5304.JPG"><br /></a><br /><br /><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">El 23 de octubre de 1687 murió Diego de Portugal y el 31 de enero de 1688 el Rey nombró a Cristóbal Portocarrero Luna Enríquez y Guzmán, conde de Montijo, nuevo Capitán General. El Conde no llegó a Badajoz hasta el primero de mayo pero poco después se puso manos a la obra. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;">El día 18 de mayo de 1688 se presupuestó un importantísimo conjunto de reparaciones (1). Su simple enumeración nos da idea del estado de las fortificaciones hasta entonces:</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">A.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>Cerca urbana:</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">a.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>Frente del Guadiana. Entre las puertas de Palmas y Pelambres debían levantarse desde los cimientos 162 varas de portillos (136,08 m.); entre las puertas de Pelambres y Pajaritos se debían levantar, también desde los cimientos, otras 200 varas y había que construir 410 tapias; entre la Puerta de Pajaritos y la Alcazaba había que levantar 50 tapias y encamisar la muralla en los puntos que se había desgarrado. </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">b.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>Frente S.E. Reparar dos tramos de la muralla situados frente al cuartel de caballería de Santo Domingo y cerca de la Puerta de Santa Marina respectivamente. </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">B.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>Otras obras:</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">a.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>Refuerzo del parapeto del baluarte de la Torre del Canto. </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">b.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>Refuerzo del parapeto del baluarte de Santo Domingo. </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 72pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="">c.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span>15 tapias para la batería de la calle de Menacho. </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Varias de las zonas arruinadas que se citan ya aparecían en los informes de Diego Caballero (6 de febrero de 1665), Diego de Portugal (27 de enero de 1684) y Luis de Venegas (8 de julio de 1677) aunque no estamos en condiciones de asegurar que sean exactamente los mismos puntos pues el Cabildo Municipal había ordenado reparar algunos tramos de la muralla en 1677 y 1678 <span style=""> </span>(2). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El 12 de julio de 1688 se presupuestó el nuevo tejado y distintas reformas en el almacén de los afustes de la artillería (3). Debemos recordar que en 1671 se habían reparado los almacenes de municiones y pertrechos de la artillería pero sólo seis años después Luis de Venegas aseguraba que era preciso <i style="">aderezar los almagacenes que estan muy mal parados</i> y en el informe de Diego de Portugal del 27 de enero de 1684 se advierte que los <i style="">Magacenes de las municiones amenazaban gran ruina</i>. Desgraciadamente no sabemos si estos informes se referían a los almacenes de municiones y pertrechos de la artillería en general o se referían específicamente al almacén de los afustes de la artillería </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style=""><span style=""> </span></b>El almacén de los afustes de la artillería estaba en la Alcazaba (adosado a sus murallas) y tenía una cisterna. Sería muy interesante establecer la relación entre este inmueble y la maestranza, que también se encontraba en la Alcazaba. Merece la pena que nos detengamos, aunque solo sea brevemente, en este asunto. Por una escritura de 1662 sabemos que María de Tovar tenía una casa en la calle de Santiago cuya portada daba al campo de Santiago, frente a la iglesia de Consolación, lindaba con la calle de don Bernardino y con una casa caída que fue <i>maestranza</i> (4). En otro deslinde del año 1687, referido también a una casa de la calle de Santiago, se especifica que dicha casa lindaba por la parte de abajo con <span style="">casas que fueron <i>mestrança </i></span>(5). Estas escrituras nos permiten deducir que la <i style="">maestranza</i> se encontraba en el entorno de la calle de Santiago y por ello no descartamos que pudiera corresponderse con el inmueble que muestra Ignacio Sala junto al Torreón del Rosario y adosado a la muralla que cerraba el frente Norte de la Alcazaba prealmohade.<span style=""> </span>Por otro lado, las escrituras que hemos mencionado especifican que en los años 1662 y 1687 la maestranza estaba en desuso, por el contrario, el contrato de 1688 para reparar el almacén de los afustes de la artillería nos indica que éste estaba deteriorado pero en uso. Es decir, el almacén de los afustes y la maestranza pudieron ser dos edificios distintos. Pensamos que el almacén de los afustes podría corresponderse con el cobertizo que se construyó en 1671 en el <i style="">corral grande que esta frentte de el almaçen que llaman de D. Gomez</i> aunque no estamos en condiciones de dar una respuesta plausible a esta cuestión.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El conde de Montijo retomó las obras del recinto abaluartado que había iniciado Antonio Paniagua y el 16 de enero de 1689 el ingeniero mayor (Francisco Domingo) hizo públicas las condiciones para dicha fortificación </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…que se a de empeçar desde la mitad de la cortina ya heçha, a la puerta de la trinidad, caminando con ella a la parte del castillo…” </i><span style="">(6)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Es decir, los trabajos se retomarían desde la cortina izquierda del Baluarte de la Trinidad y avanzarían en dirección a la Alcazaba. Los que tomasen a su cargo la obra se comprometían a que siete maestros, con sus correspondientes peones, trabajasen diariamente en ella. La Corona les suministraría la piedra, cal, arena y agua necesarias. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Por lo que se refiere a las características técnicas, Francisco Domingo combina lo que ya había expuesto en el proyecto de la esquina de la Trinidad y en las obras de reparación de los baluartes de la Torre del Canto y Santo Domingo:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">-Escarpa de 7,5 varas de altura (6,3 m) construida con piedra y cal. La cara exterior presentaba un declive en altura de una vara cada cinco de modo que comenzaba con una sección de 2,5 varas de grueso en su base y remataba con una sección de una vara a la altura del cordón. La cara interior estaría levantada a plomo y carecía de contrafuertes o cualquier otro elemento de refuerzo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">-Parapeto de vara y media de alto construido con tapias de costra de hormigón de cuatro dedos de grueso en cada cara y tierra mojada y pisada en el interior. Las tapias tendrían dos varas de largo, una de ancho y una de alto. En este caso no se especifica si los parapetos eran dobles o sencillos aunque por la descripción parece deducirse que eran sencillos, es decir, una simple tapia de costra de cal con relleno interior de tierra. Como ya hemos adelantado al hablar de las obras en la esquina de la Trinidad, es muy posible que en tanto no se completase el terraplén el único parapeto que podía levantarse era un parapeto simple. Por otro lado, la altura del parapeto era igual en ambas caras y por tanto no presentaría derrame hacia el exterior. <span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">-Entre el parapeto y la escarpa iría un cordón de ladrillo idéntico al que presentaba la parte construida. El ladrillo redondo para el cordón era por cuenta de la Corona (7).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Estas condiciones se hicieron públicas los días 21, 23 y 24 de enero en los lugares habituales (esquina de las Carnicerías y Rastro y en la Plaza de San Juan). Conocemos perfectamente como se desarrolló la puja para conseguir la obra pues se ha conservado el conjunto documental completo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">En primer lugar, presentaron postura (puja u oferta) los albañiles Juan Fernández y Francisco Rebanales (día 28 de enero). Estos albañiles valoraron la vara cúbica construida con piedra y cal en 6 reales y la tapia en 4,50 reales. Este presupuesto hacia referencia solo a <i style="">la <span style="">manifactura, </span></i>es decir, a la mano de obra pues los materiales (piedra, cal, arena y agua) eran por cuenta de la Corona.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Antonio Rebanales y Antonio Rebanales, el Mozo, rebajaron un real la vara cúbica construida y la tapia quedando en 5 y 3,50 reales respectivamente (postura del día 29). El 31 de enero y el 1 de febrero, Nicolás Corvin pregonó esta postura en los mismos lugares (esquina de las Carnicerías y Rastro y Plaza de San Juan).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Francisco Rebanales presentó una nueva postura el 1 de febrero y en ella <span style=""> </span>rebajaba un real tanto la vara cúbica construida como la tapia. Nicolás Corvin pregonó la postura en los mismos lugares (2 de febrero).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">El 7 de febrero, los albañiles Antonio Rebanales, Antonio Rebanales, el Mozo, y José Hernández Manzano rebajaron un real la vara cúbica construida que quedó en 3 reales. Los días 8, 9 y 10 de febrero Nicolás Corvin pregonó la postura.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Pasaron los días sin que apareciesen mejores posturas de modo que el 20 de febrero el conde de Montijo ordenó rematar la obra al día siguiente.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">El 21 de febrero, y antes de adjudicar la obra, Nicolás Corvin pregonó en la Plaza de San Juan, entre las diez y las once de la mañana, la postura de Antonio Rebanales, Antonio Rebanales, el Mozo, y José Hernández Manzano que establecía en 3 reales la vara cúbica y otros 3 la tapia. Todo indicaba que sería la postura ganadora pero Francisco Rebanales presentó una postura en la que rebajaba un cuartillo de vellón cada vara cúbica y medio real cada tapia. A continuación, Nicolás Corvin pregonó la postura de Francisco Rebanales pero Antonio Rebanales, Antonio Rebanales, el Mozo, y José Hernández Manzano hicieron baja de un cuartillo de vellón en cada vara cúbica. Nicolás Corvin pregonó la postura (2,50 reales la vara cúbica y la misma cantidad para las tapias). En esta ocasión no se hizo una puja más baja y Antonio Rebanales, Antonio Rebanales, el Mozo, y José Hernández Manzano se adjudicaron la obra (8).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Antonio Rebanales había pujado y conseguido las obras en 1679 (Baluarte de la Trinidad y sus cortinas). En aquella ocasión tasó la vara cúbica construida en 12,5 reales y ahora, en 1689, la había tasado en tan sólo 2,5 reales. Para entender esta diferencia debemos recordar que los 2,5 reales se refieren solo al coste de la mano de obra debiendo entregar la Corona todo lo demás (piedra, cal, arena y agua). En 1679, la Corona sólo suministraba la piedra. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Por otro lado, debemos recordar que en 1689 solo se licitó la construcción de la escarpa, el cordón y el parapeto. El resto de los elementos (foso, terraplén, etc.) no se contrataron. Tampoco se mencionan los trabajos de demolición de la vieja muralla y las costosas expropiaciones que debieron realizarse ya que el trazado de la muralla abaluartada dejó extramuros a la iglesia de San Salvador, al matadero y buena parte del caserío del barrio contiguo (9). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Las trámites para estas obras se habían iniciado el año anterior pues en diciembre de 1688 el ingeniero mayor, Francisco Domingo, gestionó el suministro de cal para las futuras obras pues ya hemos adelantado que tanto la cal como el resto de los materiales de la obra correría por cuenta de la Corona (10). Así, el 13 de diciembre de 1688 contrató con Juan López el suministro de 100 cahices de cal mensuales. La cal debía entregarse a comienzos de cada mes. La Corona se comprometió a entregarle algunas<span style=""> </span>herramientas para que pudiera extraer la piedra caliza de las canteras y reparar el horno de la Compañía de Jesús para que pudiera cocer la cal (11).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">En enero de 1689 se contrató con el albañil Juan Fernández la entrega de otros 100 cahices de cal que también debía entregar<span style=""> </span>el primero de cada mes (desde el primero de marzo hasta finales de octubre), y cocería en el horno de Juan Rodríguez Suárez (12). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Los hornos citados se encontraban en el paraje de los Hornos Caleros. Dicho paraje se extendía a lo largo del camino de los Mártires y en base a los planos del Krigsarkivet y Luis de Venegas debemos situarlo en el espacio delimitado por la calle de José María Giles Ontiveros, el Rivillas y la Autopista. En este paraje se levantaban al menos tres hornos. No conocemos el nombre del propietario del horno más próximo a la ciudad pero el segundo pertenecía a la Compañía de Jesús y en él cocía cal Juan López mientras que Juan Fernández cocía en el horno de Juan Rodríguez Suárez que era el tercer horno (el más alejado de la ciudad de los tres). Así aparece especificado en <span style=""> </span>testamento de Juan Rodríguez <span style=""> </span>en el que se recoge que era propietario de un horno</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…de cocer cal con su pedrera junto a el y otra </i><span style="">(pedrera) <i>algo mas distante que es el ultimo horno de los tres que estan en termino desta ciudad yendo por el camino de los martires con quien linda…”</i> (13)</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Como ya hemos adelantado, la Corona debía entregar a los albañiles encargados de construir la muralla todos los materiales necesarios (cal, piedra, arena, etc). Primero se aseguró el suministro de cal (Juan López y Juan Fernández) y después se contrató la saca y el transporte de la piedra. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">El 27 de marzo de 1689 se ordenó pregonar que eran necesarias 4.000 carretadas de piedra para la nueva muralla. Los días 27, 28, 29 y 30 de marzo Nicolás Corvin pregonó la noticia en los lugares habituales.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El 31 de marzo, Ambrosio Paino hizo postura en la que presupuestaba cada carretada de piedra en 3 reales, si bien, la Corona debía entregarle las herramientas necesarias para sacar la piedra y 500 reales para su reparación y aderezo. Nicolás Corvin pregonó la postura los días 31 de marzo, 1, 2, 3 y 4 de abril. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El 4 de abril presentó postura Esteban Hernández de la Torre en la que dejaba cada carretada en 2,50 reales aunque ponía como condición que la piedra habría de sacarse de </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…las tres </i>(canteras)<i> de los tres hornos junto a Rivillas y Calamon y otras del contorno y no en la cuesta </i>(de San Cristóbal)<i> ni de aquel cabo del Guadiana </i><span style="">(canteras de la orilla derecha del río)<i>…”</i> (14)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El mismo día, Pedro Barrena tasó en 2,50 reales la carretada pero renunciaba a los 500 reales que los demás postulantes presupuestaban para el aderezo de las herramientas. Es decir, la Corona entregaría las herramientas al otorgante que se haría cargo de su reparación y una vez finalizado el contrato las devolvería. Los días 4 y 5 se pregonó la postura y el mismo día 5, a las once de la mañana, se remató. No obstante, una vez rematada la puja surgieron dudas sobre la capacidad de Pedro Barrena para cumplir con lo acordado por lo que se pidieron más garantías. Por ello, el día 12 de abril de 1689, <span style=""> </span>Pedro Barrena y su fiador, Pedro de Ledesma y Aguilar, firmaron una carta de obligación en la que se comprometían a entregar las 4.000 carretadas de piedra (extraídas de las pedreras de la <i>media luna de los hornos caleros</i>) y<span style=""> </span>pusieron sus bienes como garantía de que cumplirían con este compromiso. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Como ya hemos dicho, la muralla abaluartada estaba retranqueada respecto a la muralla medieval de modo que una parte del barrio del Salvador quedó extramuros. Por esta razón fue preciso demoler tanto al caserío que se levantaba en el trazado de la nueva muralla como el que quedó extramuros. Los materiales procedentes de los derribos fueron utilizados en la nueva muralla (ladrillo, pedazos de muro tanto de mampostería como de ladrillo, trozos de pilares y arcos de ladrillo, sillares de granito, etc) (fig. 14).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5Cpm4sb3SmAou8J9LIuNa-Bdt1STySSUXGQc24zhyaSz5QERdJAWmqobzIuesrmxSSHDthZGeNPaBXi5RTDAu3Wr1awBYvvQjrBpFHSYSvMgVC8MeqwKHfLTDNVjinu6Hzurqs0I1RsMz/s1600/DSCN5294.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5Cpm4sb3SmAou8J9LIuNa-Bdt1STySSUXGQc24zhyaSz5QERdJAWmqobzIuesrmxSSHDthZGeNPaBXi5RTDAu3Wr1awBYvvQjrBpFHSYSvMgVC8MeqwKHfLTDNVjinu6Hzurqs0I1RsMz/s320/DSCN5294.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626681970609770450" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 14). Material reutilizado en la muralla abaluartada.</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrZv0NxmshXlHbMNAMxgbGacZZWSYLuy2EmpcYSFNRRF1MsR4UeHGcxYhR5wcvaeQQUMkYL50IfC3Q8vDxRzriIR9MUPl6ak8z2MV9gAewTUk3qbK79D2xfu2_OCaBn-zEnskjbxJy_Fv9/s1600/DSCN5295.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 238px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrZv0NxmshXlHbMNAMxgbGacZZWSYLuy2EmpcYSFNRRF1MsR4UeHGcxYhR5wcvaeQQUMkYL50IfC3Q8vDxRzriIR9MUPl6ak8z2MV9gAewTUk3qbK79D2xfu2_OCaBn-zEnskjbxJy_Fv9/s320/DSCN5295.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626682430865890786" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 14B). Detalle de lo que fue un arco de ladrillo.<br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKDtdl82azHfyikYRs2jZ1D6GZzLlSm6c614Mzwn84JASPO8qWRLoyDhe1K08FS3Nz69TO7JBucyAHRUGlsRmupEwYpaNNAH2ZyegRDhxUewk7QJVRVS33jLL7qVNJW8vRZnUuYPj7SeSV/s1600/DSCN5296.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 277px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKDtdl82azHfyikYRs2jZ1D6GZzLlSm6c614Mzwn84JASPO8qWRLoyDhe1K08FS3Nz69TO7JBucyAHRUGlsRmupEwYpaNNAH2ZyegRDhxUewk7QJVRVS33jLL7qVNJW8vRZnUuYPj7SeSV/s320/DSCN5296.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626688545347097538" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 14 C). Detalle de una posible gorronera (pieza en la que entraba el gorrón o pivote cuyo giro permite abrir y cerrar las puertas).</b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Las obras de 1689 no se limitaron a la muralla abaluartada. Así, el 23 de abril se publicaron las condiciones para ampliar los cuerpos de guardia de las puertas de Palmas e instalar en ellos camas para los soldados de guardia. Debemos señalar que tanto en el pliego de condiciones como en las posturas que se realizaron se habla indistintamente de puestos de guardia y/o cuarteles. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>En el pliego de condiciones se establecía que el cuerpo de guardia de la Puerta de Palmas se alargaría veinte varas en dirección a la <i>torre gorda</i> de modo que tuviera </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…de gueco treinta y seis baras, de largo, y el ançho que se corresponde al que esta hecho, para que asi quepan diez y oçho camas…”</i><span style=""> (15)</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Es decir, se alargaría pero se mantendría el mismo ancho. Si tenemos presente que el plano anónimo de Badajoz del 28 de abril de 1703 sitúa el cuerpo de guardia a la izquierda de la puerta, la <i style="">torre gorda</i> que se cita pudiera corresponderse con la torre de la muralla medieval que se levantaba frente a la actual calle de Vaco Núñez.</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El cuerpo de guardia de la Puerta de la Trinidad se levantaría</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“… al lado de la mano derecha saliendo, que sirba de pared, para el caballate </i>(sic)<i>, la muralla antigua, de tapias de ormigon de treinta y seis baras de largo, y de ancho, el que tiene oy heçho…”</i><span style=""> (16)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>En este cuerpo de guardia se construiría también un portado y una chimenea</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Las obras de ambos cuerpos de guardia deberían estar concluidas a finales del mes de mayo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>La misma orden recogía también las condiciones para fabricar las camas que faltasen en los cuerpos de guardia situados en las puertas de Palmas, Santa Marina, Trinidad, Capitel y Carros y los fuertes de la Cabeza del Puente, San Cristóbal y Pardaleras. Las condiciones para la obra se publicaron durante los días 25, 26, 27, 28 de abril en la Plaza de San Juan.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El día 2 de mayo, Juan Alonso, maestro albañil, valoró en 6.000 reales el coste de la obra de los cuerpos de guardia y se comprometió a tenerla concluida para finales de junio. También se comprometía a demoler el viejo cuartel (puesto de guardia) que estaba en la Puerta de la Trinidad <i>quedando todo lo que coxe llano para la entrada y salida de la puerta. </i>En su postura ponía como condición que la Corona debía entregarle algunas herramientas para la obra (6 picos, 6 azadas y 4 palas). La postura de Juan Alonso se pregonó los días 2 y 3 de mayo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El día 3 de mayo fue el maestro carpintero, Juan Feixo, el que hizo postura para los tablados (camas) de los cuarteles (puestos de guardia). </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…del puente </i>(Puerta de Palmas)<i> Cabeça del puente fuerte de san xistoual puerta de santa Marina fuerte de las pardaleras puerta de la trinidad puerta principal del Castillo y de los carros donde an de dormir la gente de guerra destas fronteras…”</i><span style=""> (17)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Estimó la obra en 2.450 reales y la daría concluida a finales de junio.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Los días 4 y 5 de mayo, Nicolás Corvin pregonó las posturas de albañilería y carpintería y desde entonces se fueron presentando posturas cada vez más bajas en lo que al trabajo de albañilería se refiere (18). Así, partiendo de los 6.000 reales que ofreció Juan Alonso el 2 de mayo, se fue rebajando hasta los 4.000 que ofrecieron los maestros albañiles Juan Alonso, Baltasar Rebanales, José Merchán y Pedro Toledo (8 de mayo).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Ante las continuas rebajas, se determinó que el 22 de mayo se hiciese el remate y se adjudicase la obra a la postura más baja. Fueron citados todos los que habían presentado presupuesto (Francisco Méndez, Juan Alonso, Baltasar Rebanales, Pedro de Toledo y José Merchán). También se citó al maestro carpintero Juan Feixo pero curiosamente no se citó a Antonio Rebanales, Antonio Rebanales, el Mozo, y José Hernández Manzano que habían hecho postura para esta obra. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El día 23 de mayo, se inició la puja en 4.000 reales que era la postura más baja. Francisco Méndez rebajó 200 reales dejando la obra en 3.800 reales. Ese mismo día, a las cinco de la tarde, se pregonó la postura en las esquina de la botica de Sandoval. No aparecieron otras más bajas ni en la obra de albañilería ni en la de carpintería por lo que las posturas de Francisco Méndez y Juan Feixo, maestros albañil y carpintero respectivamente, fueron las que resultaron ganadoras. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El día 28 de agosto de 1689, Juan López firmó un nuevo contrato para suministrar cal. Recordemos que los dos contratos anteriores (firmados con el mismo Juan López y Juan Fernández) se extendían entre marzo y octubre que eran los meses que el ingeniero Francisco Domingo consideró <i>Prezisos para la fabrica de las murallas y fortificaçiones</i><i style="">.</i> Por este nuevo contrato, Juan López suministraría 100 cahices de cal mensuales desde el 29 de agosto. Para cocer la cal recibiría el horno de la Compañía de Jesús, la pedrera <i>que esta en frente de la en que se esta sacando la piedra para la muralla</i> y las herramientas para sacar la piedra (19).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Mientras tanto, las obras en la muralla avanzaban en dirección a la Alcazaba si bien la autoridad civil (Cabildo Municipal) y la militar (conde de Montijo) se enfrascaron en un pleito sobre la conveniencia de abrir una puerta en la cortina comprendida entre el Baluarte de San Pedro y el Semibaluarte de San Antonio (puerta nueva de Mérida). El Conde no era partidario de abrir la puerta lo que motivó la <span style=""> </span>protesta del Cabildo Municipal que no dudó en elevar sus quejas al propio Rey. En su informe, el Cabildo Municipal señalaba que</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…se ha hechado linea desde la puerta de la Trinidad hasta el Castillo, cerrando la puerta de Merida, sin la cual queda la Ciudad sin comercio en las crecidas del Rio Guadiana, de que se ha presentado informacion; en cuya consideracion, suplica se mande dejar puerta en el sitio que siempre la hubo, y es tan necesaria…”</i><span style=""> (20)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El día 23 de noviembre de 1689 el rey ordenó estudiar el asunto al Consejo de Guerra. Gracias a esta documentación podemos certificar que en noviembre de 1689 ya se trabajaba en la cortina que une el Baluarte de San Pedro y el Semibaluarte de San Antonio aunque desconocemos en que estadio se encontraban las obras, es decir, si se limitaban a una fase de simple planteamiento, o bien, se había iniciado la cortina o incluso si se<span style=""> </span>trabajaba en el Semibaluarte de San Antonio (21). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Además de los materiales de construcción que hemos visto (cal y piedra) se contrató con Paulino Gómez, maestro esterero, la entrega de 1.000 espuertas terreras de esparto para los trabajos en las obras de fortificación (21 de noviembre de 1689) (22). También se acordó con el maestro de arquitectura, Juan Alonso de Osorio, la confección de <span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…dos guarniciones de piedra de grano fina para enbutir dos escudos de armas de piedra blanca de S. Mg. Y otros dos escudos de armas al pie de ellos del Sr conde del Montijo…”</i><span style=""> (23)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Los escudos se colocarían<i> en la nueba muralla que se esta haçiendo en esta plaça.</i> El contrato se firmó el 28 de noviembre de 1689. Las guarniciones debían estar concluidas para finales de marzo del año siguiente (1690).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYCp-c4C4IAOWpMb2p9ivSqSS-YWyuYuKjvsnOymz8rsB0r2dDXj-31m0aijzeqfAWEcARU2P6Zy8RTsmWJp4YjfWRoeoXgnAVYwcpbbjaX9svzrIKt9H7fZ8s3nH-FpjcKC79MCjnWHHE/s1600/DSCN5297.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 318px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYCp-c4C4IAOWpMb2p9ivSqSS-YWyuYuKjvsnOymz8rsB0r2dDXj-31m0aijzeqfAWEcARU2P6Zy8RTsmWJp4YjfWRoeoXgnAVYwcpbbjaX9svzrIKt9H7fZ8s3nH-FpjcKC79MCjnWHHE/s320/DSCN5297.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626689083062400994" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 15 A). Escudo de Carlos II en la Puerta de la Trinidad.</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWWOJjeW_eKkfizecSXgfbQQ63v1L3zkw6uac-RlKz1m3XhSkh9KMSTNHTOC_5UiL2vhngNxZ4-jHZGId3fft8LtojiJiRoSHono8rp-zImyZDEREZDzpiC0bz9-31Dn1D6_KuBHLdQA71/s1600/DSCN5298.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 208px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWWOJjeW_eKkfizecSXgfbQQ63v1L3zkw6uac-RlKz1m3XhSkh9KMSTNHTOC_5UiL2vhngNxZ4-jHZGId3fft8LtojiJiRoSHono8rp-zImyZDEREZDzpiC0bz9-31Dn1D6_KuBHLdQA71/s320/DSCN5298.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626689592142683682" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 15B). Escudo del conde de Montijo en el Semibaluarte de San Antonio. </b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En la muralla que levantó el conde de Montijo se embutieron tres escudos con sus armas (Semibaluarte de San Antonio y puertas de Mérida y Pilar) (fig. 15). Todos ellos aparecen flanqueados por dos leones y al menos dos presentan una corona volada (escudos del Semibaluarte de San Antonio y Puerta de Nuestra Señora del Pilar). En estas mismas murallas sólo haya dos escudos reales (puertas de Trinidad y Pilar) que además aparecen labrados en una sola pieza y tenían corona volada (fig. 15). Ahora bien, sólo Puerta Pilar integra ambos escudos, real y condal, tal y como aparece recogido en el contrato con Juan Alonso de Osorio. Por otra parte, la Puerta de la Trinidad, que también luce un escudo real, estaba construida desde el año 1680. Asimismo no deja de sorprendernos que el palacio del conde en la localidad de Montijo luzca un escudo condal idéntico al que se embutió en la muralla y puertas de Badajoz.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Tras levantar el tramo comprendido entre la Puerta de la Trinidad y la Alcazaba se procedió a construir las murallas que se extienden entre el Baluarte de la Trinidad y el Guadiana. No hemos localizado la documentación pues ni se conservan los protocolos de los años 1690-1694 del escribano de la <i>Capitanía General</i><i> de las fronteras de Extremadura</i> (Nicolás Vázquez Ruano) ni los libros de acuerdos del Cabildo Municipal correspondientes a los años 1689 y 1690. Pese a todo, contamos con algunos datos que resultan muy relevantes. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En los meses de septiembre y octubre de 1691 Juan López y Juan Ramos, cada uno por su parte, solicitaron los hornos que el Cabildo Municipal tenía en Santa Engracia y San Cristóbal. Las peticiones fueron atendidas. Es muy posible que estos personajes fuesen los que abastecían las necesidades de cal de las fortificaciones. Al menos el primero ya había contratado esta tarea en 1688 y 1689 (24). Por otro lado, la petición no podía ser más oportuna pues en el Cabildo Municipal del 8 de octubre de 1691 se denunció que</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><i>“…algunas personas q. sacan piedra pª. la muralla desbaratan el camino de los martires y el de los ornos caleros…”</i><span style=""> (25)</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio2plwTl_tHhL_z-NkvBWG133XDpMUBmGGdrSby5WhPISd7_o7N9rPtwUoNw4itu6uvwO1c2Twr9GXtVW2JUvo6h7jML94S2gS-Q4dS4kx-aHrLIu0ciwlOFLmkf2fehn7wq91fb63WtdT/s1600/DSCN5299.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 250px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio2plwTl_tHhL_z-NkvBWG133XDpMUBmGGdrSby5WhPISd7_o7N9rPtwUoNw4itu6uvwO1c2Twr9GXtVW2JUvo6h7jML94S2gS-Q4dS4kx-aHrLIu0ciwlOFLmkf2fehn7wq91fb63WtdT/s320/DSCN5299.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626689963903603538" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 15 C). Escudo del conde de Montijo en la Puerta de Mérida (en este caso sin corona volada). Sobre el escudo del conde aparece el escudo de Calos V que debe proceder de la vieja Puerta de Mérida.</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0YzCJ2ak__HHJp50_nRVK90m9hSUbQdP7kvPLZ1f64WIAXke6T4vcEdG1VhuiK0eGur7CqoZjjS0WmNEAeaDRt5KTkpiEb37I95B-KXjv-QwAcObz877OABwkaoLWXGotqTE7PTIwA1pA/s1600/DSCN5300.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 235px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0YzCJ2ak__HHJp50_nRVK90m9hSUbQdP7kvPLZ1f64WIAXke6T4vcEdG1VhuiK0eGur7CqoZjjS0WmNEAeaDRt5KTkpiEb37I95B-KXjv-QwAcObz877OABwkaoLWXGotqTE7PTIwA1pA/s320/DSCN5300.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626690244771228978" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 15 D). Escudos de Carlos II y del conde de Montijo en la Puerta de Nuestra Señora del Pilar. El escudo de Carlos II es muy similar al de la Puerta de la Trinidad (corona volada, toisón de oro sostenido por dos cabezas de águila y flores en los ángulos<span style=""> </span>inferiores).</b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i> </i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Visto el perjuicio ocasionado, se ordenó reparar el camino y prohibir la saca de piedra de las pedreras de los hornos caleros, que eran las que se habían venido utilizando para sacar la piedra tanto para la muralla como para la cal.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Las obras en la nueva muralla abaluartada progresaban a buen ritmo. El propio conde de Montijo señalaba en una carta fechada el 26 de enero de 1691 que había puesto todo su empeño en </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><i>“…adelantar la nueba muralla en que se ua trauajando ynsesantemente sin hauer lebantado la mano de la obra, no obstante ser ybierno y a el mismo tiempo estar ocupados los maestros canteros en la nueba portada de piedra blanca picada y bruñida que se a de poner en el paraje donde oi esta la de sta Marina…”</i><span style=""> (26)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Es decir, la obra no se había detenido en invierno y parece que por esas fechas se trabajaba en la cortina que une los baluartes de San Roque y San Juan. En esa cortina se abrió la puerta más monumental de la nueva muralla abaluartada: Puerta Pilar. La puerta es obra del Conde y al igual que sucedió con la Puerta de Mérida el conde consiguió colocar su propio escudo en ella en lugar del escudo de la ciudad que era lo que el Cabildo Municipal pretendía.<span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>A finales de abril de 1692, se trabajaba en las últimas 40 varas de la cortina que une el Baluarte de San Juan con el Baluarte de Santiago (que no se había iniciado).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Por su parte, el ingeniero Francisco Domingo señala que cuando las lluvias impedían trabajar a los albañiles los trabajos se centraban en los<span style=""> </span>terraplenes. En conjunto, y según nos informa Francisco Domingo, durante el mandato del conde de Montijo (1688-1692) se construyeron:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 0.6pt;">-<i>cuatro valuartes y medio</i> que deben corresponderse con el semibaluarte de San Antonio y los baluartes de San Pedro, Santa María, San Roque y San Juan.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">-Cuatro cortinas completas y faltaban 40 varas para concluir la quinta.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Por lo que se refiere al terraplenado de las nuevas obras debemos diferenciar el trabajo en las cortinas y en los baluartes.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>A. Las cortinas contaban con un terraplén de unas cinco varas de ancho aunque faltaba levantar la última vara. No obstante, las 400 varas más próximas a la Alcazaba no se pudieron terraplenar por falta de tierra ya que este elemento se extraía de la excavación del foso y en la zona más cercana a la Alcazaba la cubierta de tierra era muy delgada y casi no había tierra para los terraplenes. Tampoco se había terraplenado la cortina comprendida entre los baluartes de San José y Santiago. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>B. Los baluartes casi no tenían terraplén y algunos sólo tenían una banqueta para que, llegado el caso, pudiera disparar un soldado. El Baluarte de la Trinidad era el que tenía el terraplén más avanzado.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Por último, Francisco Domingo señala que tampoco se habían desmontado los escombros de la vieja muralla medieval que había quedado extramuros (27).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Tras el conde de Montijo fue nombrado Capitán General Domingo Pignatelli, marqués de San Vicente (1692-1698), que continuó las obras donde las dejó el conde de Montijo, es decir, terminó las 40 varas que faltaban para completar la cortina derecha del Baluarte de San Juan y procedió a levantar el siguiente baluarte (Santiago).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>La construcción del Baluarte de Santiago resultó muy costosa ya que su ángulo defendido o saliente se trazó en la zona mas baja del terreno por lo que fue necesario levantar un zócalo para nivelar la obra y conseguir que el interior del baluarte no quedase descubierto desde el exterior. Como consecuencia de esta configuración, sus escarpas eran más elevadas que el resto y por tanto los trabajos para terraplenarlo también fueron más costosos.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Siguió con una cortina que debía unir el Baluarte de Santiago con el siguiente (Baluarte de San José). Esta cortina tenía 220 varas de longitud cuando la media era de 200 varas. Francisco Domingo (el ingeniero que diseñó el nuevo recinto abaluartado) nos explica los motivos. El ingeniero consideró que era muy conveniente situar el ángulo defendido del Baluarte de San José en lo más eminente del terreno aunque esto supusiese alejarlo un poco del Baluarte de Santiago. Esto supondría que la cortina que unía ambos baluarte fuese un poco más larga. No obstante, Francisco Domingo argumentaba que pese a la longitud de la cortina, la línea de defensa correspondiente (la distancia comprendida entre el ángulo flanqueado o defendido del Baluarte de Santiago y el ángulo flanqueante izquierdo del Baluarte de San José) no excedía la potencia del mosquete. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El Baluarte de San José tenía 300 varas de circuito, como los anteriores, y ya hemos dicho que su ángulo defendido fue trazado en la parte más elevada del terreno. En este caso, las mayores dificultades vinieron de los trabajos de derribo y allanado del viejo Baluarte de Santo Domingo que estaba construido con un terraplén de tierra y una camisa de tapia de hormigón.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>En septiembre de 1694 se trabajaba en la cortina que unía los baluartes de San José y San Vicente. En esa fecha estaban construidas las 50 primeras varas de la cortina, es decir, las más próximas al Baluarte de San José.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Las obras del foso iban muy retrasadas pues según Francisco Domingo a finales de 1694 tan sólo se había hecho la excavación necesaria para los cimientos de cortinas y baluartes.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El Baluarte de San Vicente fue el último y pudo levantarse después de la muerte del ingeniero Francisco Domingo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Además de los baluartes y cortinas que conformaban el recinto principal, Francisco Domingo había previsto construir una media luna en los hornos caleros, rellenar los hoyos de las canteras de aquella zona y transformar el viejo el Baluarte de la Torre del Canto en una obra avanzada con objeto de cubrir tanto los molinos como la orilla izquierda del Guadiana.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>La documentación conservada nos permite seguir con detalle la construcción del recinto abaluartado y también las tareas de fiscalización de los fondos que se habían destinado para las obras. En efecto, el 6 de febrero el Consejo de Guerra pidió al marqués de San Vicente que detallase en que partidas había empleado los 6.000 escudos que anualmente estaban consignados para las fortificaciones. Concretamente se pedían las cuentas de los últimos ocho años. El 21 de febrero de 1698, el marqués de San Vicente contestaba a dicha petición. La carta es interesantísima pues nos informa de lo que restaba para cerrar la plaza:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Wingdings;"><span style="">§<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>La cortina que debía unir el Baluarte de San Vicente con la Puerta de Palmas</p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Wingdings;"><span style="">§<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Completar los terraplenes.</p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Wingdings;"><span style="">§<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Abrir el foso.</p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Wingdings;"><span style="">§<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Levantar los revellines. </p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Wingdings;"><span style="">§<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Construir el camino cubierto. </p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Wingdings;"><span style="">§<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Disponer explanadas para la artillería, etc (28).</p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 35.7pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyqsHM8YrPZqQh0fXM7xEqKrU-mE_gIpVR8_NF3rGUWp8E8dMA7m-efhdAbggW1TZS-IayuymMD3Ht4HkAf9H9_g-ArZtbHbw1kaQ9aXKHElvB7gDSvXEB_YAWrsZpnkFMIS_uVOT3vH3E/s1600/DSCN5301.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 239px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyqsHM8YrPZqQh0fXM7xEqKrU-mE_gIpVR8_NF3rGUWp8E8dMA7m-efhdAbggW1TZS-IayuymMD3Ht4HkAf9H9_g-ArZtbHbw1kaQ9aXKHElvB7gDSvXEB_YAWrsZpnkFMIS_uVOT3vH3E/s320/DSCN5301.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626690767911273554" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: 18pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 16). Ángulo flanqueante derecho del Baluarte de la Trinidad. Si tomamos como referencia el cordón de la cortina y el cordón del baluarte podemos observar el recrecido del baluarte.</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5ML-Tpi2XGGiw_F7fYeB5oEIFWpQue0isrcjdIzqC2oYNrLcJaXg1sh5SixkGGuPoOhun6krZTreanzdHyzGhoWbcW-7XhDas4_BWsQ_FoEBpU4d0xv2n3Ee10AH21D5jPkHTwSamEBU_/s1600/DSCN5302.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 207px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5ML-Tpi2XGGiw_F7fYeB5oEIFWpQue0isrcjdIzqC2oYNrLcJaXg1sh5SixkGGuPoOhun6krZTreanzdHyzGhoWbcW-7XhDas4_BWsQ_FoEBpU4d0xv2n3Ee10AH21D5jPkHTwSamEBU_/s320/DSCN5302.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626691410134512722" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style=""> </b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><b style=""> </b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 17 A). Ángulo flanqueante izquierdo del Baluarte de San Roque en el que hemos señalado la cortina y su parapeto (de tapia de hormigón) para resaltar el recrecido del baluarte. Para reforzar el ángulo flanqueante de los baluartes que se recrecían solían construirse contrafuertes como el que se observa en la imagen</b>.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style=""> </b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAOnE7-80bLPZrq8pAXl8FIef1ndb2r5XmT60r_o8u4JiLooC6jc2jqNe_0pCQk0VpknRcjGgjwXKFEM7i1gl7jRf3O6pECA76MFHCV1dQwDPmofna-km2UszcOdS6EQTZFiMxGI4_N9d6/s1600/DSCN5303.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 233px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAOnE7-80bLPZrq8pAXl8FIef1ndb2r5XmT60r_o8u4JiLooC6jc2jqNe_0pCQk0VpknRcjGgjwXKFEM7i1gl7jRf3O6pECA76MFHCV1dQwDPmofna-km2UszcOdS6EQTZFiMxGI4_N9d6/s320/DSCN5303.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626691759440347634" border="0" /></a></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig. 17 B). Ángulo flanqueante derecho del Baluarte de San Roque en el que podemos apreciar el recrecido del baluarte y el contrafuerte exterior.</b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">La carta se acompañaba de un informe de Juan Muñoz Ruesta. Este personaje era ingeniero aunque servía con el sueldo de soldado y su informe es la primera evaluación de lo que hasta ese momento se había construido, es decir, la primera evaluación del proyecto de Francisco Domingo (29). Juan Muñoz Ruesta destacaba en su informe los siguientes puntos.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> </p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Symbol;"><span style="">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Varios Baluartes y cortinas estaban dominados desde los padrastros más cercanos a la ciudad</p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Symbol;"><span style="">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Las murallas, de tan sólo 21 pies de altura, eran demasiado bajas (fig. 16 y 17). Juan Muñoz Ruesta consideraba que era imprescindible recrecerlas pues<span style=""> </span>al aumentar su altura varias zonas dejarían de estar dominadas desde el exterior. En segundo lugar era imprescindible aumentar la altura para dominar las obras exteriores que habrían de construirse en el futuro delante de la muralla principal (revellines, camino cubierto, etc). </p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Symbol;"><span style="">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Los terraplenes no estaban construidos lo que hacia imposible construir parapetos <i>á prueva de cañon.</i></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Symbol;"><span style="">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>La cortina comprendida entre los baluartes de la Trinidad y San Pedro tenía una longitud de 700 pies, estaba dominada y enfilada por lo que propone un nuevo trazado para cerrar el tramo comprendido entre el Baluarte de la Trinidad y la Alcazaba (fig. 18). </p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Symbol;"><span style="">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>El emplazamiento de la Puerta de la Trinidad, en un flanco del baluarte homónimo, no se ajustaba a la norma de la fortificación abaluartada que postulaba la construcción de las puertas en el centro de las cortinas.</p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><span style="font-family:Symbol;"><span style="">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span>Por último proponía la construcción de almacenes a prueba de bomba en las cortinas y baluartes antes de proceder a su terraplenado (30).</p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 53.3pt; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsTBX9afrk8JwtPVu4Ms9pDRlD1PdaJiH3HN2yLgl36yMakBlIVeHhGYuXdErnLcCrl0MdTm67sDBDiZaqx_jBShvi7IbVlLGsSbQv_vBFEd97WbXfuRQTFPAYDXxYz7z3oanhenuxRxx8/s1600/DSCN5304.JPG"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 237px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsTBX9afrk8JwtPVu4Ms9pDRlD1PdaJiH3HN2yLgl36yMakBlIVeHhGYuXdErnLcCrl0MdTm67sDBDiZaqx_jBShvi7IbVlLGsSbQv_vBFEd97WbXfuRQTFPAYDXxYz7z3oanhenuxRxx8/s320/DSCN5304.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5626692649146822242" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><b style="">Fig.18A). Interior del baluarte de San Pedro. Tanto el interior del baluarte como la cortina que une este baluarte con el de la Trinidad están dominados y enfilados desde los cerros de las Mayas que se divisan en el último plano.</b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Salvador de Monforte, veedor y contador de la frontera de Extremadura, examinó la contabilidad presenta por el marqués de San Vicente y encontró las cuentas poco claras ya que no especificaba como se habían contratado las obras (varas, pies geométricos, etc). Por otro lado, y basándose en el informe del ingeniero, pudo deducir que debían emplearse nuevos fondos para corregir los defectos que presentaba el flamante recinto abaluartado (31).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En una nueva misiva, fechada el 29 de marzo de 1698, el marqués de San Vicente alegaba que para determinar si las obras se habían contratado por varas, pies geométricos u otra medida debería haber consultado muchos documentos. En la misma carta, el ingeniero Juan Muñoz Ruesta señala que haría falta un espaldón en el baluarte de la calle de los Labradores (¿Santa María?). Esta petición ya aparecía en su exposición del 21 de febrero aunque no estaba desarrollada en el informe que acompañaba al plano (32).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El Consejo aprobó tanto la construcción del espaldón como el sueldo de 15 escudos al mes para Juan Muñoz Ruesta (33). El 25 de mayo de 1698, el marqués de San Vicente envió una carta al Consejo de Guerra dándose por enterado tanto del sueldo del ingeniero como de la aprobación del espaldón del baluarte (34).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Si el plano de Francisco Domingo (16 de junio de 1679) nos permitía conocer el estado de las fortificaciones de Badajoz antes de las obras, el plano de Juan Muñoz Ruesta (21 de febrero de 1698) nos permite visualizar, por primera vez, el conjunto abaluartado de Badajoz tras las obras. No obstante antes de entrar en el análisis de este documento debemos señalar que incluye obras que no se habían ejecutado (foso, camino cubierto, revellines, cortina comprendida entre el baluarte de San Vicente y Puerta de Palmas, etc.) y por el contrario no muestra obras que ya existían en el momento que se levantó el plano. Por último, Juan Muñoz Ruesta incluye obras propuestas por él y que nunca llegaron a realizarse (espaldón en el Baluarte de Santa María o el nuevo trazado para el recinto abaluartado comprendido entre el ángulo flanqueante izquierdo de la Trinidad y la Alcazaba). Pero veamos este interesante documento que nos muestra:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>-El nuevo recinto abaluartado comprendido entre la Alcazaba y el Guadiana (un semibaluarte, 8 baluartes y 8 cortinas). Dicho recinto no se ajusta al perímetro amurallado medieval y en general está muy retranqueado respecto a él. Así, entre la Alcazaba y la Puerta de la Trinidad el nuevo recinto dejaba extramuros a una parte de los barrios del Salvador y el Campillo (antiguos viveros municipales, Parque de la Legión, etc). En la esquina de la Trinidad-Hornos Caleros, el nuevo recinto formaba un gran chaflán que dejaba extramuros la zona contigua a la vieja Torre del Canto del Rivillas (Parque de la Legión comprendido entre la mitad derecha del Baluarte de la Trinidad y el ángulo flanqueante izquierdo del Baluarte de Santa María). En la zona de la Torre del Canto del Guadiana o las Aceñas encontramos un segundo chaflán que dejó extramuros al Baluarte de la Torre del Canto y la zona colindante que viene a corresponderse en la actualidad con la mayor parte del Parque Infantil, el Auditorio Ricardo Carapeto, etc.<span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>-El camino cubierto y las obras exteriores no aparecen representados. En su lugar muestra un proyecto de camino cubierto y revellines. Para seguir tanto el trazado del camino cubierto como de las obras exteriores nos remitimos al plano anónimo de Badajoz del 28 de abril de 1704 que veremos más adelante.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>-Fuertes. En el Fuerte de San Cristóbal se ha construido un nuevo camino cubierto en forma de corona que está orientada hacia el NW. No podemos precisar cuando se construyó pero necesariamente fue entre el 16 de junio de 1679 (plano de Francisco Domingo) y el 21 de febrero de 1698 (plano de Juan Muñoz Ruesta). En el Fuerte de la Cabeza del Puente también observamos modificaciones que al igual que sucedía con las obras en San Cristóbal debieron ejecutarse entre 1679 y 1698. El caso del Fuerte de Pardaleras es más complejo. En primer lugar podemos ver que las dos alas que unían el fuerte con el camino cubierto de la ciudad están precedidas de su propio camino cubierto. Este elemento no aparecía en el plano de Francisco Domingo por lo que necesariamente es posterior al año 1679. También observamos modificaciones en el diseño del recinto principal del frente de ataque y en su correspondiente camino cubierto. No sabemos si tales modificaciones, en realidad rectificaciones pues se mantuvo el mismo diseño, son fruto de las obras ejecutadas por Francisco Rebanales durante el verano de 1679 o bien sólo ponen de manifiesto la escasa pericia cartográfica de Francisco Domingo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>El 24 de junio llegó a Badajoz el conde de Orgaz, el nuevo Capitán General, que permaneció en el cargo hasta mayo de 1701. Durante su mandato continuó la investigación sobre el trabajo desarrollado por el marqués de San Vicente. El 11 de julio de 1698 el conde de Orgaz remitió una carta al Consejo de Guerra sobre este asunto. La carta incluía una memoria del ingeniero en la que se enumeraban las obras practicadas en la fortificación de Badajoz en lo referido a baluartes, cortinas, terraplenes, parapetos, foso, garitas, puertas abiertas en los flancos de los baluartes, cuarteles para la infantería, etc. A su vez, el Consejo de Guerra remitió la carta a Salvador de Monforte. El informe de este último es nuevamente demoledor pues a su juicio las explicaciones del conde de Orgaz ni eran claras ni ofrecían una idea suficientemente explícita del desarrollo de los trabajos (35). Pese a todo, Salvador de Monforte pudo vislumbrar lo mucho que restaba para terminar y sobre todo no estaba convencido de la bondad de su diseño, calidad de la fábrica, etc. Por ello, solicitó la presencia en Badajoz de un ingeniero que valorase lo que se había construido y si debían continuar unas obras tan costosas. Para esta tarea, Salvador de Monforte señaló al marqués de Buscayolo. Las propuestas de Salvador de Monforte fueron estudiadas en el Consejo de Guerra del día 10 de agosto de 1698.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Desconocemos si estas pesquisas estuvieron motivadas por alguna sospecha de malversación o bien eran parte de un proceso de fiscalización habitual. Lo que si queda claro es que Salvador de Monforte no quedó satisfecho con las explicaciones y justificaciones del marqués de San Vicente.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">NOTAS</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">1. Las obras se presupuestaron el día 18 de mayo (A.H.P., Badajoz, Prot., 344, ff. 256-264v).</p> <p class="MsoNormal">2. A.H.M., Badajoz, L.A., XVI, 4 de marzo de 1677, ff. 23v-24. L.A. XVII, 16 de marzo de 1679, fol. 26.<span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">3. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 344, ff. 256-264v.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">4. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 232, fol. 361.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">5. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 343, fol. 187.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">6. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 60.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">7. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 60-60v.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">8. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 61-68.</span></p> <p class="MsoNormal">9. A.C.B., Iglesias, ermitas, Leg. 19, I, 374, fol. 148.</p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">10. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, ff. 13-16v.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">11. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, ff. 15-16v.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">12. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, ff. 13-14 </span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">13. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 343, fol. 193. </span>En el mismo testamento, Juan Rodríguez decidió agregarlo al vínculo que fundó Pedro Muñoz</p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">14. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 343, fol.148-148v. </span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">15. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 228. </span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">16. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 228.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">17. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 231.</span></p> <p class="MsoNormal">18. El día 5 hizo postura para la obra de albañilería Francisco Méndez que rebajó la obra hasta los <span style=""> </span>5.500 reales. El mismo día presentó postura Juan Alonso que presupuestó la obra en 5.000 reales. </p> <p class="MsoNormal">El día 6 se pregonaron las posturas en las carnicerías. El 8, a las cuatro de la tarde, se hizo lo propio en la Plaza de San Juan.</p> <p class="MsoNormal">El día 8, los albañiles Antonio Lobato, Antonio Lobato, el Mozo, y José Manzano hicieron postura por 4.500 reales. Se pregonó la postura y ese mismo día presentaron nueva oferta los albañiles Alonso Baltasar Rebanales, José Merchán y Pedro Toledo en la que tasaban la obra en 4.000 reales. </p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">19. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 333. </span></p> <p class="MsoNormal">20. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 213.</p> <p class="MsoNormal">21. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 213-214.</p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">22. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol.427. </span>El contrato se había acordado el 19 de noviembre. El precio de la espuerta se estipuló en<span style=""> </span>28 reales.</p> <p class="MsoNormal"><span style="" lang="EN-GB">23. A</span><span style="" lang="EN-GB">.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol.441. </span>La escritura de obligación se firmó el día 29 de noviembre (A.H.P., Badajoz, Prot. 345, fol. 439-440).</p> <p class="MsoNormal">24. A.H.M., Badajoz, L.A., 21 de septiembre, 2 y 18 de octubre de 1691, ff. 80, 84 y 88v.</p> <p class="MsoNormal">25. A.H.M., Badajoz, L.A., 8 de octubre de 1691, fol. 82v.</p> <p class="MsoNormal">26. A.H.M., Badajoz, L.A., 26 de enero de 1691, ff. 13v-14.</p> <p class="MsoNormal">27. <i style="">Relacion del adelantamiento de la muralla de la nueva fortificacion desta plaza de Badajoz</i> (10 de noviembre de 1694), I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 217-221.</p> <p class="MsoNormal">28. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 222-222v.</p> <p class="MsoNormal">29. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 222-222v.</p> <p class="MsoNormal">30. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff.224-225v.</p> <p class="MsoNormal">31. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 227-228.</p> <p class="MsoNormal">32. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 230v.</p> <p class="MsoNormal">33. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 233-233v.</p> <p class="MsoNormal">34. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 233v.</p> <p class="MsoNormal">35. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 238 y ss.</p> <p class="MsoNormal"> </p> <p class="MsoNormal"> </p>Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5631912981762113993.post-68351764242130721582011-05-18T10:27:00.000-07:002011-05-18T10:30:04.879-07:00LAS OBRAS SE PARALIZAN (1680-1668)<!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> <div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="">5. La obras se paralizan (1680-1688)</b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">Comenzamos este apartado con<span style=""> </span>un cambio en la jefatura del ejército. El 6 de marzo de 1681 se despedía del Cabildo Municipal de Badajoz Antonio Paniagua y Zúñiga que como gobernador de las armas de Extremadura había impulsado la construcción del nuevo recinto abaluartado de nuestra ciudad. Como sustituto llegaba Diego de Portugal al que el Rey había nombrado Capitán General. El Cabildo Municipal, en la sesión del 10 de marzo de 1681, acordó felicitar al nuevo Capitán General por el nombramiento.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En lo que se refiere al seguimiento del nuevo recinto abaluartado hemos de destacar que las obras no continuaron pues todos los esfuerzos se centraron en reparar, reconstruir o reforzar las fortificaciones existentes.<br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">No conocemos las razones motivaron la paralización de los trabajos aunque sospechamos que los escasos fondos disponibles no eran suficientes para financiar la obra abaluartada y además era básico reparar las ruinas de las fortificaciones existentes. En este sentido debemos recordar que el Consejo de Guerra (7 de abril; 14 y el 16 de junio de 1679) había insistido en que era prioritario atender </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><span style="font-style: italic;">“…al reparo de las fortificaciones arruinadas por ser lo que importa mas el que se compongan, y lo que se podra ejecutar con menos costa…” </span><span style="">(1)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 36pt;">El propio Diego de Portugal exponía en un informe fechado el 27 de enero de 1684 que la muralla de la ciudad estaba aportillada en las inmediaciones de la Torre del Canto (10 varas de largo), cerca de la Puerta de Santa Marina (más de 19 varas de largo) y frente al Matadero (más de 20 varas). Por otro lado, el polvorín, los cuarteles y los cuerpos de guardia de los soldados de infantería amenazaban ruina (2). El coste de las reparaciones era tan elevado que temía no poder realizarlas con los fondos disponibles por ello, <span style=""> </span>el 26 de junio de 1684 solicitó la colaboración de la ciudad. Las autoridades municipales, pese a sus dificultades financieras, acordaron contribuir con 120 cahices de cal, además, ese mismo verano libraron 1520 rs. a Antonio Montero por las obras de “aderezo” que había ejecutado en la muralla, es decir, la ciudad también había realizado por su cuenta ciertas obras de reparación (3).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Por otro lado, a la hora de distribuir los escasos caudales los trabajos de fortificación no eran prioritarios. Así, Melchor Portocarrero en la carta que envió al secretario Juan Antonio de Zárate (8 de noviembre de 1684) establece como prioridad la paga de los soldados y después<br /></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify;"><span style="font-style: italic;">“…Proseguir la fortificacion que está empezada en la Plaza de Badajoz hasta que quede perfeccionada según está delineada, como tambien en reparar y fortificar las demas plazas de la frontera, y reparar los Almacenes de la Artillería de ella, y cuerpos de guardia, haciendo tablados, gergones, mantas, y cabezales, en que duerman los soldados, y en los almacenes de Badajoz un cobertizo en forma de Atarazana para que en el da pueda estar la Artillería montada, y resguardados los afustes, y encavalgamentos de las aguas y temporal, y todas las cureñas, rodages, armones, y demas generos que estaban en el Cobertizo antiguo que se arruinó con las muchas llubias del Ymbierno pasado, y asimismo se reconocerá la porción que se necesita para los Hospitales, y Medicinas, aderezos de armas, y otros gastos forzosos, é, inescusables…”</span><i> </i><span style="">(4)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style=""> </span>Como veremos en el siguiente capítulo, las obras que cita Melchor Portocarrero <span style=""> </span>no se construirán hasta los años 1688 y 1689.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p> </div> <span style="font-size: 12pt; font-family: "Times New Roman";"> </span> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="">NOTAS.</b><br /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">1. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 174v.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">2. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 180-180v.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">3. A.H.M., Badajoz, L.A., 26 de junio de 1684, fol. 48v; 29 de agosto y 4 de septiembre de 1684, ff. 61 y 62.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">4. I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 209v.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-variant: small-caps;"> </span></p>Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5631912981762113993.post-35077054909256586392010-07-29T09:44:00.001-07:002010-07-29T10:01:51.449-07:00<div style="text-align: center;"><b>4. El bienio de las obras (1679-80)</b><span>.</span></div><div class="Section1"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>Las iniciativas de Antonio Paniagua para fortificar a la moderna el frente del Rivillas no habían llegado a cuajar. Afortunadamente, los sucesivos reveses que tuvo que encajar no le desanimaron. E</span>l 31 de marzo de 1679 envió una carta al Consejo en la que insistía, otra vez, en la necesidad de fortificar el frente del Rivillas. En la misma carta solicitaba que el ingeniero Ambrosio de Borsano se trasladase a Extremadura pues Francisco Domingo, el ingeniero que en ese momento se encontraba en Badajoz, <i>no tiene plaza y lo que hace es menester pedírselo</i> (1).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>Las peticiones de Antonio Paniagua tampoco fueron atendidas en esta ocasión y el 7 de abril de 1679 el Consejo de Guerra volvió a insistir en que la prioridad era reparar las zonas arruinadas. Sobre el ingeniero se limitó a tomar nota de la petición. No obstante, el Consejo solicitó que Antonio Paniagua les remitiese el presupuesto de lo que pudiera importar la fortificación del frente del Rivillas (2).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>E<span>l año 1679 fue especialmente fecundo en lo que a obras </span>y tanto la Corona como el Ayuntamiento van financiar reparaciones más o menos amplias y alguna obra de nueva planta.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>Antes de entrar en el análisis de estas obras es muy conveniente esbozar una panorámica de las fortificaciones de Badajoz en 1679. Para ello utilizaremos el plano de Francisco Domingo<span> </span>(16 de junio de 1679) en el que podemos distinguir:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>A. La Alcazaba. Está representada de una forma muy esquemática pero otros documentos nos indican que conservaba tanto el perímetro amurallado medieval como la media luna que se había construido durante la Guerra de la Restauración (media luna de la Puerta del Alpéndiz). En el interior destaca la presencia de baterías, polvorines y almacenes para material de guerra. Estos últimos se habían situado en varias casonas y palacios habilitados para tal fin.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>B.La ciudad conserva su cerca medieval aunque había perdido las albarranas. La cerca medieval estaba reforzada con varias obras exteriores adosadas a ella. Si recorremos la muralla desde el Guadiana al Rivillas encontramos en primer lugar dos baluartes (Torre del Canto y santo Domingo). El primero se levantaba<span> </span>entre lo que hoy es el Auditorio Ricardo Carapeto y el Puente de la Universidad. El segundo viene a coincidir con el Baluarte de San José. Seguían cuatro medias lunas cuyo emplazamiento viene a coincidir, groso modo, con las calles de Colón, Menacho, Plaza de los Dragones Hernán Cortés y las instalaciones deportivas de Casco Histórico. Las tres siguientes medias lunas, situadas en la esquina de la Trinidad y Hornos Caleros, fueron sustituidas en tiempos del Marqués de Caracena por los baluartes de Caracena y los Hornos Caleros. Entre los años 1677 y 1679 desaparecerá el Baluarte de Caracena y el de los Hornos Caleros será demolido cuando se construya el foso comprendido entre los baluartes de la Trinidad y Santa María. En el frente del Rivillas encontramos una media luna situada delante de la Puerta de la Trinidad y un pequeño baluarte adosado a la muralla y que se extiende delante de la Puerta de Mérida</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">C. Caminos cubiertos. Entre el Rivillas y el Guadiana se desarrolla el camino cubierto construido en 1663 y frente a la Trinidad se aprecia el camino cubierto construido por Diego Caballero. Este último será demolido cuando se construya el Baluarte de la Trinidad.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">D. En los fuertes exteriores encontramos importantes novedades. La altura de Pardaleras fue fortificada por primera vez en 1658. Sospechamos que en el curso de las obras realizadas por Luis de Venegas en 1664 se transformó la media luna de Pardaleras en el fuerte a Corona<span> </span>que nos presenta Francisco Domingo. En la Cabeza del Puente aparece el hornabeque reformado en tiempos de don Juan José de Austria y el Fuerte de San Cristóbal presenta delante del revellín un nuevo camino cubierto. Esta obra debió construirse después del año 1658. En efecto, con motivo del sitio de 1658 el duque de San Germán ordenó coronar el camino cubierto del fuerte con una buena estacada y construir dos medias lunas delante de su revellín para estorbar los trabajos de aproche si bien estas medias lunas no tenían la traza que nos presenta Francisco Domingo. Por último los fuertes de la Cabeza del Puente y San Cristóbal estaban unidos por un camino cubierto.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">Pasemos ahora a las obras</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">4.1. Obras de reparación emprendidas por la Corona.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">4.1.1. El camino cubierto.</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">El camino cubierto o estrada encubierta es un elemento de la fortificación abaluartada que se extendía delante del foso (fig. 6). Era un corredor construido sobre la contraescarpa del foso que contaba con un parapeto por el frente que da a la campaña. El parapeto cubría totalmente al soldado de modo que para disparar debía subirse a un escalón o banqueta que también servía para que se sentase a recargar su arma. A continuación del parapeto, y en dirección a la campaña, se extendía una suave pendiente de tierra totalmente despejada de obstáculos conocida como explanada o glacis.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">El primer elemento susceptible de ser identificado como camino cubierto se construyó durante el sitio de 1658. En efecto, con motivo del ataque portugués de ese año la guarnición y los vecinos levantaron una línea fortificada que se extendía, aproximadamente, desde la plaza del Padre López (junto al Instituto Bárbara de Braganza) hasta las inmediaciones del molino de Ballesteros (Molineta del Guadiana) (fig. 7A). Esta línea se mantuvo en uso poco tiempo ya que fue demolida cuando se construyó otra más cercana a la ciudad (fig. 7B). Esta segunda línea, diseñada o al menos supervisada por el ingeniero Ventura Tarragona, puede ser asimilada a un camino cubierto.</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-ygFfrUnB8o4MOk-Z4qcrZUgTY4qdfuWctuOMu_QLy62MIzOMIftkNGBcGNWdeaGmRiOV5odRj0WQ4qd-uDVTDynLM1LNyfUoAlpnNuUiFx1mYx-_1B_X1o2wUNS9lBBwRlc9V8SBBT3S/s320/DSCN4148.JPG" /></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 6). El camino cubierto. Siguiendo la fotografía de izquierda a derecha vemos en primer lugar la escarpa de la cara izquierda del Fuerte de San Roque, foso, contraescarpa, camino cubierto, parapeto del camino cubierto, banqueta del parapeto. El glacis está ocupado en la actualidad por la calle de la derecha.</b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZnSoxcRP1KQN4KdtPxW-Cp3wd1qwIswyXhrQkZ7eYtX-wPlq6W3GgXEIXM0M3KIkVWF_Jj-g6phhQfSyYw9_Nlwf_UArFre-fmcdZiu9Nglw3s6-tucpcshzV4-4PgmsAUD8f1Ar8C9Nl/s320/DSCN4149.JPG" /></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. <st1:metricconverter productid="7 A" st="on">7 A</st1:metricconverter>). Plano de Joao Nunes Tinoco, 1658 (Krigsarkivet, Estocolmo). Línea de defensa avanzada construida en 1658 está señalada con la letra C. (TESTÓN NÚÑEZ, I.; SÁNCHEZ RUBIO, C.M.; SÁNCHEZ RUBIO, R.: <i>La Raya Luso-Extremeña en el Archivo Militar de Estocolmo</i>, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Junta de Extremadura, Mérida, 2003, pág. 74).</b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKetUxx3ES0kPG3AiLVOOFeskJV5JCeIlxZ0Id4nYvwc-TYd9JUNhxBz5qw4JSrbi8la4_IvYcfDyMS27QbZbPVQ_CUNRClkhApLH9df4BO6x7b_mnrAme3d-KU_k95qQ7UmwBtSB_ldhi/s320/DSCN4150.JPG" /></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 7 B). Plano anónimo, 1658 (Krigsarkivet, Estocolmo). El camino cubierto construido en 1658 está señalado con la letra m (TESTÓN NÚÑEZ, I.; SÁNCHEZ RUBIO, C.M.; SÁNCHEZ RUBIO, R.: <i>La Raya Luso-Extremeña en el Archivo Militar de Estocolmo</i>, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Junta de Extremadura, Mérida, 2003, pág. 80).<o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText"><span> </span>En 1663 se levantará un nuevo camino cubierto que fue diseñado por el ingeniero militar Nicolás de Langres y construido por Francisco Domingo. Se extendía entre los molinos de la Aceña (Guadiana) y los Hornos Caleros (Rivillas) (fig. 8). En el frente del Rivillas, Diego Caballero construyó otro camino cubierto que se extendía delante de la media luna de la Puerta de la Trinidad y se prolongaba después unos metros en dirección a la Torre del Canto del Rivillas (fig. 8). El camino cubierto de Diego Caballero pudo ejecutarse hacia 1665 aunque no podemos precisar su fecha exacta.</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">Como el resto de las fortificaciones, los caminos cubiertos fueron deteriorándose y en el informe de Luis de Venegas (8 de julio de 1677) ya se advierte de su ruina.</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText"><span> </span>Pese a todo, hasta el año 1679 no se acometieron las obras. El 8 de abril de 1679 se redactaron las condiciones para su reconstrucción y el 10 de abril se hicieron públicas pregonándolas en los lugares habituales (esquina del Rastro, esquina de la botica de Sandoval y plaza de San Juan) (3). El mismo día pujaron por la obra los maestros albañiles Juan Sánchez, Juan Marcos y Francisco González Rebanales que tasaron la obra en 6.670, 6000 y 5.500 rs. respectivamente. El día 12 presentó una nueva postura Juan Marcos que tasó la obra en 5.400 rs. El 14 presentaron la suya los maestros Manuel de Acosta y Manuel Méndez (5.000 rs).</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText"><span> </span>Ante la variedad de posturas (pujas u ofertas) se fijó el remate de la obra para el día 17. De las posturas que se hicieron ese día, la más baja fue la de Francisco González Rebanales que valoró la reparación en 4.400 rs.</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQpvTYYhrxqrP9WE2BMXRGAOeTR_JEPZHWJO0_UBll5kj3Aj6ok288fy0CmZ083BVw1TP4BShESQELe4JDFDW0P2VsiOSNRgei3O84RGvxBc4p6V8FAqOn_ckvcYpJYsLUWEssKh_hqhe6/s320/DSCN4151.JPG" /></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 8). Plano de Francisco Domingo y Cueva, 1679 (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 179). El plano muestra el camino cubierto diseñado por Nicolás de Langres y construido por Francisco Domingo (señalado en rojo) y el camino cubierto construido por Diego Caballero (señalado en verde).<o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText"><span> </span>El día 26 de abril, Francisco González Rebanales firmó la escritura de obligación por la que se comprometía a realizar las siguientes obras en el camino cubierto:</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 53.4pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Tapar y encalar todos los portillos con un muro de mampostería y mortero de cal de la misma altura que el resto de la obra.</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 53.4pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Tantear (¿encamisar?) con piedra y cal las tapias de hormigón desgarradas y encalarlo después.</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 53.4pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Reparar y encalar las surtidas (portillos) arruinadas.</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 53.4pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Terraplenar los huecos que hubiesen quedado entre las nuevas obras y las viejas.</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText"><span> </span>En la escritura de obligación se estipulaba también que la obra debía darse terminada en el plazo de dos meses contados desde el día que se le hiciese la primera paga.</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText">4.1.2. El Fuerte de Pardaleras.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">La ciudad de Badajoz está rodeada por varios cerros que dominan sus fortificaciones exteriores (padrastros) (4). Los más peligrosos, tanto por su altura como por su proximidad, son: San Cristóbal, Pardaleras, Cerro del Viento, Picuriña-San Lázaro, etc. En el caso de Pardaleras, una batería enemiga montada en este padrastro podía batir desde los cimientos las murallas situadas frente a él, enfilar varias calles, tomar de flanco las defensas contiguas al convento de la Trinidad, etc. Diego de Bordick, uno de los ingenieros militares que mejor conoció las fortificaciones de Badajoz, aseguraba que si el enemigo lograba tomar Pardaleras la defensa de la ciudad sería muy complicada. Así, cuando en 1643 y 1657 un ejército portugués amenazó con atacar Badajoz los defensores ocuparon inmediatamente Pardaleras y las alturas contiguas para dificultar las maniobras de aproximación de los portugueses.</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0boUk5Chyphenhyphen9Su9yJYR-Cw14gdb6qNNdENyBBfvXMfuxlweCgybS54g0zqQogj_I9AvoAsKCt4PGEkKDWBqeHRsoTeI4ICNC355gEOipU1JDE1Tm2e_dJ27ASEi2IfSOn7FYWZasfR7rL3u/s320/DSCN4152.JPG" /></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><o:p> <b>F</b></o:p><b>ig. <st1:metricconverter productid="9 A" st="on">9 A</st1:metricconverter>). Plano de Joao Nunes Tinoco, 1658 (Krigsarkivet, Estocolmo). La media luna señalada con el círculo rojo formaba parte de la línea de defensa avanzada y después será la base del Fuerte de Pardaleras (TESTÓN NÚÑEZ, I.; SÁNCHEZ RUBIO, C.M.; SÁNCHEZ RUBIO, R.: <i>La Raya Luso-Extremeña en el Archivo Militar de Estocolmo</i>, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Junta de Extremadura, Mérida, 2003, pág. 80).</b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFscFJ9GIsd9wiEBCnoaRvJKAYXf6hurTziymTWyC-X0fKGQrt58zBrbMjiI93BOvwhaB28xgN2JK5IJEbZhCM0a-72_Aw8E7oWrwz2lsVzCE0gh4LSyTRoddGsZxYjWLvGBvNp8Pnw3qn/s320/DSCN4153.JPG" /></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 18pt; "><b>Fig. 9 B). Plano anónimo, 1658 (Krigsarkivet, Estocolmo). El Fuerte de Pardaleras aparece marcado con la letra n (TESTÓN NÚÑEZ, I.; SÁNCHEZ RUBIO, C.M.; SÁNCHEZ RUBIO, R.: <i>La Raya Luso-Extremeña en el Archivo Militar de Estocolmo</i>, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Junta de Extremadura, Mérida, 2003, pág. 74).<o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 18pt; ">En 1658 los portugueses pusieron en pie un poderoso ejército y sitiaron Badajoz. Para dificultar las operaciones de sitio, la guarnición y los vecinos levantaron varias fortificaciones de campaña. Una de las más importantes fue la línea de defensa exterior que ya hemos mencionado al hablar del camino cubierto. Dicha línea se extendía, aproximadamente, desde la plaza del Padre López (junto al Instituto Bárbara de Braganza) hasta las inmediaciones del molino de Ballesteros (Molineta del Guadiana) (5). La obra más fuerte de la línea era una media luna que se levantó en el Cerro de Pardaleras (fig. 9A). Como ya hemos dicho, esta línea fue demolida salvo la media luna de Pardaleras que desde entonces quedaría como una fortificación avanzada y aislada aunque después la media luna fue completada con nuevas obras destinadas a potenciar sus defensas:<b><o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Se consolidó el frente de ataque.</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Se construyeron dos alas que comunicaban la media luna con el camino cubierto de la ciudad (fig. 9B).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Se perfeccionó la estacada y el foso.</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Se reforzaron los parapetos.</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiDg0nIjcsSP1xaP5LEvOd9_3Y2We3ipdmExcpZoEooc2hgeCFu-A8_thoDGBkZ94l2Qqp7f4WET1C9MrYd2pdgGUB4pKm2FE9nD80YKJtft6K2h9_TqFX7XqGHwCDmiTvM_cDQG9Siphp/s320/DSCN4154.JPG" /></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. <st1:metricconverter productid="9 C" st="on">9 C</st1:metricconverter>). El Fuerte de Pardaleras en 1679 según Francisco Domingo (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 179).<o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">Después del sitio de 1658, las obras más ambiciosas se realizaron durante el mandato de don Juan José de Austria (1660-1664) (6). Posiblemente fue entonces cuando se transformó la media luna en un fuerte <i>a corona</i>, es decir, una fortificación compuesta por un baluarte con dos cortinas laterales rematadas en sendos semibaluartes (fig. <st1:metricconverter productid="9C" st="on">9C</st1:metricconverter>). Las obras propiamente dichas estuvieron a cargo de Luis de Venegas (teniente de Maestro de Campo General e ingeniero) aunque no podemos certificar si el diseño fue también suyo o de otro ingeniero (Nicolás de Langres, Ventura Tarragona, etc).</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">Las obras que realizó Luis Venegas en Pardaleras (hacia 1664) fueron muy importantes aunque el proyecto no llegó a concluirse íntegramente <i>por no haberle dado el caudal en que se tasó</i> (7). Algunos propietarios de terrenos también se vieron afectados por el impago. Así, Beatriz Doblado otorgó en 1672 una carta de poder al capitán reformado Alonso del Moral para que en su nombre pudiera cobrar los 1.900 reales que se le adeudaban desde que don Juan José de Austria ordenó la ocupación de unos terrenos de su propiedad<i> donde se fabrico un fuerte q. llaman de las Pardaleras.</i></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><i><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5Cbpc79l1SsRqd9Smkb9ZETzoddRfTFhJnaA3xFINhKE-RvkimxFgvG8if95ffGIE7hENLlyTLM1-tV1wFINBDu-ybrP28hySNtxOPCfJLe8mhVYO7Dlsu6OaneKmsZgloor7XmQcYG4u/s320/DSCN4155.JPG" /></i></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 9 D). El Fuerte de Pardaleras en 1698 según el proyecto de<span> </span>Juan Muñoz Ruesta (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 226).<o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">Es decir, la falta de liquidez impidió acabar la obra y para colmo de males el primer temporal de lluvias arruinó una parte de lo que se había construido. Así, Diego Caballero en su informe del 6 de febrero de 1665 apunta:</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; "><i>“... La obra nueva de Santa Marina </i>(Pardaleras)<i> en el baluarte de San Juan que mira á Guadiana </i>(se refiere al baluarte del fuerte de Pardaleras, pues el baluarte de San Juan, situado en la muralla urbana, no existía)<i> se han caído veinte y cinco espacios de tapias de hormigon de entre rafa y rafa de piedra, que hacen cien varas; ésta es la obra que ajustó S.A por un tanto con el teniente de maestro de campo General D. Luis Venegas, y aunque las rafas han quedado en pie, hay muchas dellas atormentadas que es necesario deshacerlas cuando se levante lo demás de la obra...” </i>(8)</p><p class="MsoBodyText"><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">Dada la importancia de Pardaleras en el sistema defensivo de Badajoz, sorprende la escasa atención que las autoridades prestaron al fuerte especialmente si tenemos presente que hasta 1668 no se firmó la paz con Portugal y la ciudad estaba expuesta a un ataque.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">La situación no mejoró tras la guerra. En el informe de Luis de Venegas, fechado el 8 de julio de 1677, se dice que Pardaleras <i>necesita de mucho aderezo por haberse arruinado por algunas partes con las aguas</i> (9). Tendremos que esperar hasta el año 1679 para que se ejecuten las obras. La única construcción que hemos documentado entre los años 1664 y 1679 es el cuerpo de guardia que Francisco Domingo se comprometió a levantar el 13 de agosto de 1665 (10).</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">Llegados a este punto debemos advertir que los distintos autores que mencionan la fortificación de Pardaleras la identifican de múltiples formas:</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Media luna de Santa Marina o media luna de las Pardaleras (informe de Jerónimo Mascareñas, 1658).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Media luna avanzada de la plaza (plano anónimo, 1658).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Obra coronada de la media luna de Santa Marina (Luis de Venegas, 1664).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Fuerte de las Pardaleras (Francisco Domingo, 1665).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Obra nueva de Santa Marina (Diego Caballero, 1665).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Fuerte de las Pardaleras (escritura de poder de Beatriz Doblado, 1672).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Obra coronada del cerro de Santa Marina (Luis de Venegas, 1677).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Obra coronada de las Pardaleras (Francisco Domingo, 1679).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Tenaza de las Pardaleras (Francisco González Rebanales, 1679).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Tenaza de la media luna de las Pardaleras (Juan Bautista Machado, 1679)</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Fuerte de las Pardaleras (pregón del 3 de julio de 1679).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Obra coronada de las Pardaleras (Francisco Domingo, 1679).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Fuerte de las Pardaleras (Cabildo Municipal, mayo de 1683).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Fuerte de las Pardaleras (Juan Muñoz Ruesta, 1698).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Tenaza de Pardaleras (J. Tomás Correa, 1700).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Fuerte de las Pardaleras (Cabildo del día 26 de mayo de 1704).</p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Wingdings;"><span>§<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>T<span>rincherón a corona</span> o fuerte de Pardaleras (Diego de Bordick, 1729).</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; ">De esta relación parece desprenderse que el término “fuerte” empezó a generalizarse a finales del siglo XVII.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">Asimismo, y antes de entrar en las reformas propiamente dichas, conviene que repasemos cómo era el fuerte antes de las obras. Así, en el plano de Francisco Domingo observamos que <i>la obra coronada de las pardaleras</i> estaba precedida de foso y camino cubierto. Dos poternas, situadas en los ángulos flanqueantes del baluarte, permitían acceder al foso desde el interior. Dos alas unían y ponían en comunicación al fuerte con el camino cubierto de la ciudad. Las cortinas y las líneas defensa son cortas lo que posibilitaba una defensa con fuego de mosquetería. Dentro del fuerte destacan dos edificios anejos a los muros del baluarte. El primero, de planta cuadrada, estaba adosado al muro de la gola y el segundo, de planta rectangular, estaba adosado al flanco derecho. La construcción de planta rectangular pudiera corresponderse con el cuerpo de guardia, al menos así aparece en los planos de 1739 y 1765 (11). La construcción cuadrada podría corresponderse con una torre que aparece en varios perfiles de la plaza realizados entre 1735 y 1736 (12). En un plano del año 1739 se apunta que la torre fue habilitada como <i>quarto para el oficial, commandante, cuyo sotano Sirve de A</i>/lma<i>/zenillo para la Polvora</i>. El ingeniero militar Martín Gabriel (1765) abunda en la misma línea cuando señala que por entonces la torre servía de cuarto para el cabo.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">Combinando el informe de Diego Caballero (6 de febrero de 1665) y el pliego de condiciones para las obras de Pardaleras que publicó Francisco Domingo (13 de mayo de 1679) podemos saber que una parte del fuerte se construyó con tapias de hormigón levantadas sobre un cimiento de piedra y cal. Las rafas en las que se apoyaban las tapias estaban fabricadas de piedra y barro y tenían una vara de grueso.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">El pliego de condiciones para reparar Pardaleras fue redactado por el ingeniero mayor (Francisco Domingo) el 13 de mayo de 1679 (13). La obra fue pregonada en los lugares de la ciudad en los que se acostumbraba a dar los pregones (Plaza de San Juan, esquina de las Carnicerías y esquina de la botica de Sandoval).<i><o:p></o:p></i></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">El 23 de junio, el maestro albañil Antonio Rebanales ofreció una primera postura en la que tasaba las obras en 11.600 Reales. Como veremos más adelante, Antonio Rebanales será una figura clave en la construcción del recinto abaluartado de Badajoz.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span> </span>El 27 de junio presentó postura el maestro albañil Juan Bautista Machado que valoró las obras en 10.000 reales. Juan Bautista Machado era natural de Elvas y posiblemente se trasladó a Badajoz después de la guerra pues sabemos que había participado en las fortificaciones de Monsaraz y <i>Moron</i> (¿Mourao?) (14).</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">El 30 de junio, el maestro albañil Juan Sánchez López ofreció realizar las obras por 9.800 reales.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">Para no dilatar el proceso de adjudicación, Antonio Paniagua, gobernador de las armas de la frontera de Extremadura, ordenó que el día 3 de julio se rematase la obra y para ello se diese aviso al veedor (Pedro de Peredo), al contador (Juan Bautista Zavala) y a los maestros albañiles que había ofrecido posturas (Antonio Rebanales, Juan Bautista Machado y Juan Sánchez).</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">El día 3 de julio, en la Plaza de San Juan, a las cinco de la tarde, Nicolás Corvin pregonó la postura de</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: 35.4pt; "><i>“... nueue mill y ocho cientos Rs. estan puestas las obras y reparos </i><span>(…)<i> el Recinto del fuerte de las Pardaleras...” </i>(15)</span></p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">Parece ser que en este acto se presentaron nuevas posturas pero finalmente resultó ganadora la que hizo Francisco González Rebanales que tasó la obra en 7.000 reales.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">El 6 de julio de 1679, Francisco González Rebanales junto con Isabel Márquez (su esposa) y Gaspar Higuero (fiador) firmaron la correspondiente escritura de obligación en la que se comprometían a realizar la obra y acabarla en dos meses.</p><p class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; ">Para concluir hemos de subrayar que las obras de 1679 sólo sirvieron para levantar las zonas arruinadas. En ningún momento se planteó la posibilidad de cambiar ni el emplazamiento ni el diseño del fuerte. Los defectos derivados tanto de su incorrecto emplazamiento como del diseño de sus defensas eran tan evidentes que ya en 1698 Juan Muñoz Ruesta propuso sustituir el fuerte de Pardaleras por otra fortificación (fig. 9D) (16).</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6bBfIdMWOq1Vc1u2qcmet8p8ri2eXaJNZv30Hi_wUzlhCGDsPKwmhx3XjY9Si2rMitNgC7B9lllmN3Q_8WpNJNvf0XaSAmtceAdaYU8yQs22KCBbtq5q-_9N3JNMFFWNDY8jY871O6QIq/s320/DSCN4156.JPG" /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 9 E). El Fuerte de Pardaleras en 1704 (Plano anónimo de Badajoz, Archivo de Vincennes, Paris). BONET CORREA, A.: <i>Cartografía militar de plazas fuertes y ciudades españolas, siglos XVII-XIX</i>, Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, C.S.I.C., Madrid, 1991.<o:p></o:p></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">4.2. Obras de financiación municipal:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">4.2.1. Reparación de las murallas.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>Sabemos que las murallas comprendidas entre la Alcazaba y la Puerta de Palmas se encontraban en un estado lamentable pues Luis de Venegas aseguraba que por algunos puntos podían entrar y salir carros (Informe de 8 de julio de 1677). Con este panorama no debe extrañarnos que en la resolución del Consejo de Guerra del 7 de abril de 1679 se considerase prioritaria la reparación de la muralla de la ciudad (17).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">En 1679, el propio Ayuntamiento costeó ciertas obras de reparación aunque es muy posible que dichas obras no persiguiesen otro objetivo que controlar la entrada de posibles apestados en Badajoz. Por esta razón, más que fortificar la ciudad se consiguió un cercado que por su altura, y no por su fortaleza, impedía el acceso a la ciudad de los enfermos (cabildos de los días 18 de mayo, 5 de junio de 1679, etc.). Como veremos más adelante, las obras de reparación de la muralla no se acometieron hasta el año 1688 y fueron costeadas por la Corona.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span>4.2.2. El cuartel de caballería de Santo Domingo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>De todas las obras construidas en 1679, el cuartel de caballería fue la más apreciada por los vecinos pues los soldados carecían de alojamientos específicos (cuarteles) y eran los vecinos los que tenían la obligación de alojar a los soldados en sus propias casas. Esta obligación, además de una carga económica muy gravosa, originó múltiples disputas y enfrentamientos entre militares y civiles (alojados y alojadores).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>Para aliviar la presión de los alojamientos sobre el vecindario, el 1 de diciembre de 1676 las autoridades municipales acordaron construir dos cuarteles (uno de caballería y otro de infantería). Se inició entonces un largo proceso en el que fue necesario recabar la correspondiente autorización Real, formalizar su diseño, calcular el coste, buscar financiación para su construcción y mantenimiento, etc. Las gestiones se alargaron en el tiempo y hasta el año 1679 (o quizá finales de 1678) no comenzaron las obras.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El rechazo a los alojamientos era tan fuerte que las autoridades municipales se comprometieron a levantar los cuarteles a su costa (18). Como contrapartida, la ciudad suplicó a la Corona que ordenase el alojamiento en ellos de <i>todos los militares, </i>es decir, soldados y oficiales de modo que los vecinos estuviesen libres de alojamientos (19). No obstante, la Corona consideró que debían alojarse en los cuarteles soldados, sargentos y alféreces pero los oficiales del ejército, de capitán en adelante, seguirían siendo alojados por el vecindario (20). También se eximía a los vecinos de dar alojamiento a los oficiales naturales de la ciudad o los casados en Badajoz que tuvieran casa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>En el Cabildo Municipal celebrado el día 16 de septiembre de 1677 los representantes municipales se manifestaron en contra de esta “oferta” y la mayoría consideró que sólo debían construirse los cuarteles si se alojaban en ellos <i>todos los oficiales </i>(…)<i> y los vecinos no tengan alojamientos</i> (21).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt; "><span>La Corona no aceptó la “iniciativa” de las autoridades municipales de modo que en el Cabildo del día 18 de noviembre resolvieron<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; "><i><span>“…se hagan dos quarteles vno para caualleria y otro para la ynfanteria para la guarnicion desta plaza pero aora capazes el de la ynfanteria de quinientos infantes y el de caballeria de ciento cinquenta cauallos </span></i><span>(…)<i> entrando en dhos quarteles los oficiales de capitan avajo </i>(…)<i> no siendo del cargo desta ciudad el aver de darles y mantenerles camas questo a de ser por quenta de S.Mg…” </i>(22)<i><o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>Con objeto de financiar la construcción y el mantenimiento de los cuarteles, las autoridades municipales solicitaron licencia a la Corona para emplear arbitrios extraordinarios si bien, dichos arbitrios se tomarían de aquellas partidas o propiedades municipales que supusieran un menor perjuicio para los vecinos más pobres.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El 27 de julio de 1678 el Rey autorizó a la ciudad para que pudiera arrendar ciertos baldíos y tomar un censo de 100.000 rs., todo ello destinado a financiar la obra de los cuarteles. La Corona consideró que el arriendo no suponía un perjuicio para los vecinos más pobres ya que los baldíos que quedaban para su disfrute eran suficientes y además el alivio de los alojamientos compensaba cualquier mengua en el disfrute de los baldíos de modo que el 15 de septiembre despachó la licencia real definitiva. A partir de este momento se puso especial énfasis en la construcción del cuartel de caballería, por el contrario, el cuartel de infantería se retrasó varios años.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El cuartel de caballería de Santo Domingo es el primer cuartel que tenemos documentado en Badajoz. El edificio fue proyectado por Francisco Domingo que en un primer momento debió diseñar un edificio para 100 caballos aunque después se amplió para dar cabida a 150.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><span>El inmueble se levantaba frente a la fachada del convento de Santo Domingo y ocupaba la manzana delimitada por la Plaza de Santo Domingo, la Avenida de Colón y la calle de Fernández de la Fuente (fig. 10A).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><span><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSr6xj-kOkkRh7MaQxS9CrIhUNGF8eoTRlEd7nxgPewXDXlEjfUuXhbUKzD_BQ8W3F5Rrt4yrvpd-k7Hd53xMwnKi3HScUl89ZgD7WY2gFhA8TnVO9pSMAlOKWjz7cTYj2FLZijIPOeLcm/s320/DSCN4157.JPG" /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. <st1:metricconverter productid="10 A" st="on">10 A</st1:metricconverter>). Emplazamiento del cuartel de caballería de Santo Domingo</b><b>(Callejero, Excmo. Ayuntamiento de Badajoz).<span><o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><span>Era un edificio de planta rectangular con dos puertas que se abrían en el centro de sus lados mayores. Junto a las puertas había dos grandes zaguanes. La planta inferior estaba recorrida longitudinalmente por una hilera de pilares y estaba dividida en cuatro cuadras con capacidad para 37 ó 38 pesebres cada una. Esta planta estaba cubierta con bóvedas. El alojamiento de los soldados se encontraba en la planta superior. El tejado era de <i>madera y ladrillo por tablas</i>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><span>El contrato para levantar el cuartel fue ganado por los <i>maestros de aluanileria</i> Juan Bautista Machado y Alonso Hernández Manzano siendo fiador<span> </span>Antonio Díaz. La obra se tasó en 163.000 reales. No sabemos exactamente cuando comenzaron los trabajos pero es posible que la escritura de obligación (contrato para levantar la obra) se firmase en febrero de 1679.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><span>Las autoridades municipales, por medio de los comisarios correspondientes, efectuaron un seguimiento muy estricto de la obra (composición de los morteros empleados, respeto a las calidades estipuladas, etc.). </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><span><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><span><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhneBxmV0liMHgEVeuENqHZFBB0v_Ozx7AU-1JkiABPQqorQhuZv2_ZU7pNDNL8G7-OD-uvv5SCYZbvEa43mP_xZVksLU-cT_xV2bLjZedT4wb8qlcEvVRSBnAo3UQSAJs8a8WJPqX_S298/s320/DSCN4158.JPG" /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 10 B). Emplazamiento del cuartel de caballería de Santo Domingo. De frente la fachada de la iglesia de Santo Domingo y en el primer plano de la izquierda uno de los edificios que ocupan el solar del cuartel.</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1MhXykt4MS_PUoB2-l_SoH8WhQ3dfXxKaynoL9hXVQ21kji3oDjX8ZeyjtovD_ZT14fMSwAqmyzF8Qh1wv4Yt9b98jBPmJKmSHkjXf6IdO_y3YCphWNsvNy4JPuM0MzRFzEJgb8c_AKIl/s320/DSCN4159.JPG" /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 11). Plano de Francisco Domingo del cuartel de Santo Domingo (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 170).<o:p></o:p></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span>Así, <span> </span>el día 5 de junio se ordenó inspeccionar lo que se había construido para verificar si <i>ba conforme a Arte </i></span>y <span>se pidió a los cabildos de Mérida y Medellín que enviasen a alguno de sus mejores maestros para inspeccionar la construcción</span> (23)<span>.<i><o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>Las inspecciones encontraron deficiencias en la obra. En el Cabildo Municipal del día 22 de junio, los comisarios municipales (delegados del municipio para inspeccionar y hacer un seguimiento de la obra) informaron que habían acordado con los contratistas modificar el proyecto original con objeto de asegurar la obra y también añadir algunas mejoras a la misma. En dicho cabildo se ordenó firmar nuevas escrituras con las nuevas condiciones (24).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El 23 de junio de 1679 se formalizó el nuevo contrato que incluía el refuerzo de la estructura, la construcción de unas segundas bóvedas para cubrir el edificio, la sustitución de los pilares por columnas de mármol de Estremoz, la ampliación de los zaguanes y los pesebres. La ampliación de los pesebres hizo que su número se redujese de <st1:metricconverter productid="150 a" st="on">150 a</st1:metricconverter> 128 (25).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>Las obras se prolongaron varios años y el proyecto original fue muy retocado. Así, en agosto de 1681 se decidió suprimir las segundas bóvedas, es decir, las que debían cubrir la primera planta. Tras esta modificación sólo la planta baja tendría cubierta abovedada. Más delante fue preciso construir unos “archetes” para asegurar las bóvedas (septiembre de 1681). También fue necesario macizar uno de los arcos (enero de 1682). Finalmente, en el verano de 1682, el cuartel estaba en condiciones de uso (26).</span><span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span>4.3. Se inicia el recinto abaluartado.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">Antonio Paniagua no cejaba en su pretensión de cerrar el frente del Rivillas con una fortificación abaluartada y el 2 de junio de 1679 envió al Consejo de Guerra el presupuesto que le habían solicitado (resolución del 7 de abril de 1679). El autor del mismo fue el ingeniero Francisco Domingo. El presupuesto incluía dos baluartes (Trinidad y Santa Marina), la cortina intermedia y parte de otra que en conjunto sumaban 840 varas de circuito (<st1:metricconverter productid="705,6 m" st="on">705,6 m</st1:metricconverter>).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">Francisco Domingo acompañó el presupuesto con un plano en el que podemos apreciar como las nuevas fortificaciones están trazadas de modo que sus elementos (cortinas, caras y flancos) no estuviesen flanqueados (como sucedía con la vieja muralla medieval) y dejasen intramuros al convento de la Trinidad (fig. 12).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNKpSw12ZXhwfEbCOI6-A5D9f2hCvzLYCAIOYG9-pM2et5I9Xua53PiJd-pdXA0GiXjlfUgOHbpjcIZt76_76ODt9YCTUVh6uQC-GCjc_hyphenhyphen48yyXkm3RkmeGdP1fOT3i_U3J797poYaF5N/s320/DSCN4160.JPG" /></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b>Fig. 12). Plano de Francisco Domingo y Cueva, 1679. Hemos señalado en rojo los dos baluartes y las dos cortinas de su proyecto y en azul el límite exterior del foso o contraescarpa (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 179)</b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJZK6IEDEWOq1cFWdJr2cI7KSeCkErv5HTEybM2enilYHJP0dkSgDBbVFR5lSh01-054I2JLQS4DyxPYFsdOebaKrN-wz5tSE7TzIoTea5NbHyHFRvXfp6Z-UL-Ec_hUZOxgzPiJdIKEf_/s320/DSCN4163.JPG" /></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;text-indent: 35.4pt; "><b></b><b>Fig. 13). Secciones ideales del proyecto de Francisco Domingo. En la parte superior sección de las cortinas y uno de los flancos con su terraplén (marrón), escarpa sin talud (gris), parapeto (azul) y foso. Debajo sección de las caras y 3 flancos de los baluartes con su terraplén (marrón), escarpa (gris), parapeto doble (en azul oscuro tapias de hormigón y en azul claro relleno interior de tierra) y foso.<o:p></o:p></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>Las características técnicas de las nuevas fortificaciones y su coste aparecen perfectamente descritos en el proyecto:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">A. Las escarpas de las cortinas y baluartes estarían construidas con piedra y mortero de cal y tendrían siete varas de altura hasta el inicio del parapeto (<st1:metricconverter productid="5,88 m" st="on">5,88 m</st1:metricconverter>). Francisco Domingo no especifica si las siete varas incluían la cimentación.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">En los baluartes la escarpa tenía dos varas y media de ancho en su base (<st1:metricconverter productid="2,1 m" st="on">2,1 m</st1:metricconverter>) e iría decreciendo de modo que al iniciarse el parapeto sólo tendría una vara de grueso (<st1:metricconverter productid="0,84 m" st="on">0,84 m</st1:metricconverter>). La escarpa de la cortina y uno de los flancos, que no especifica, sería de <i>una bara el grueso por igual</i>, es decir, estaría levantada a plomo, sin talud. La cara interior de las escarpa, tanto de las cortinas como de los baluartes, estarían levantadas a plomo y sin contrafuertes.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>B. Los parapetos de los baluartes serían dobles y se fabricarían con tapias de hormigón de una vara de grueso (<st1:metricconverter productid="0,84 m" st="on">0,84 m</st1:metricconverter>) en ambas caras. El hueco comprendido entre las dos tapias de hormigón se rellenaría con tierra. La sección del parapeto, incluidas las tapias de hormigón y el relleno intermedio, era de cinco varas (<st1:metricconverter productid="4,2 m" st="on">4,2 m</st1:metricconverter>). Dada la anchura del parapeto pensamos que un primer momento sólo podía construirse la cara exterior, es decir la que se levantaba sobre el cordón, mientras que el resto del parapeto (cara interior y relleno intermedio) sólo podría construirse una vez que se hubiese conformado el terraplén ya que de otro modo tanto la cara interior como el relleno intermedio volarían cuatro varas (<st1:metricconverter productid="3,2 m" st="on">3,2 m</st1:metricconverter>) sobre la cara interior de la camisa (fig. 13). La cara exterior del parapeto tendría una vara de alto y la interior vara y media (<st1:metricconverter productid="1,26 m" st="on">1,26 m</st1:metricconverter>) por lo que el remate del parapeto tendría declive hacia el exterior. Para las cortinas proponía un parapeto simple de vara y media de altura y una de grueso pero con sus dos caras de hormigón y sin declive hacia el exterior. En conjunto, la altura exterior de la escarpa incluyendo al parapeto sería de <st1:metricconverter productid="6,72 m" st="on">6,72 m</st1:metricconverter>.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>C. Los terraplenes de los baluartes eran de 15 varas de ancho (<st1:metricconverter productid="12,6 m" st="on">12,6 m</st1:metricconverter>) de las cuales las 4 primeras serían las correspondientes a la mayor parte del parapeto y las 11 restantes para el camino de ronda, plataformas de la artillería, etc. En las cortinas el terraplén tendría sólo siete varas de ancho (<st1:metricconverter productid="5,88 m" st="on">5,88 m</st1:metricconverter>.).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>D. Un foso de cien pies de ancho (<st1:metricconverter productid="28 m" st="on">28 m</st1:metricconverter>.) y dos varas de profundidad (<st1:metricconverter productid="1,68 m" st="on">1,68 m</st1:metricconverter>.). Los materiales extraídos de la excavación se emplearían en la construcción de los baluartes y cortinas (la piedra se destinaría a los muros y la tierra a los terraplenes). El foso que debía excavarse delante de la cortina que uniría los dos baluartes tendría más de los <st1:metricconverter productid="100 pies" st="on">100 pies</st1:metricconverter> ó 33 varas de ancho aunque no llega a precisar su anchura exacta ni el coste pues supone que</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; "><i>“…Sera una pedrera donde continuamente se sacara piedra para los ornos de Cal y otras obras que solo por la piedra profundizaran en aquella parte…” </i><span>(27)</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">Más delante comprobaremos lo acertado de sus previsiones.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">En la descripción de la obra echamos en falta el cordón, que separaba la escarpa del parapeto, y la banqueta (escalón adosado al parapeto al que se subía el soldado para hacer fuego). Sobre esta última hemos de recordar que Francisco Domingo apunta que el parapeto ocupaba las cinco primeras varas de terraplén. En realidad, el parapeto, de cinco varas de ancho, solo ocupa las cuatro primeras varas pues la quinta se corresponde con la anchura de la escarpa. No sabemos como interpretar este asunto. Es decir, no sabemos si Francisco Domingo se despistó, o bien, la vara en cuestión se corresponde con la banqueta.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">Por último, hemos de apuntar que algunos aspectos del pliego de condiciones nos resultan incomprensibles. Concretamente en el segundo apartado del proyecto señala:</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; "><i>“…Ay en los Baluartes en cada uno una profundidad de un pedazo mas que el demas terreno, y para igualar se ha de hacer embasamento de dos baras de alto y tres en su principio…” </i><span>(28)<i><o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">El texto es, a nuestro juicio, muy oscuro. En principio pudiera indicar que una parte de los baluartes se levantaría a una cota más baja que el resto y esas zonas bajas debían elevarse para salvar el desnivel e igualarse con el resto. Esta obra, que igualaría y enrasaría el arranque de los baluartes, tendría dos varas de alto por tres de ancho.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">Francisco Domingo estimó el coste del proyecto en 352.470 reales. A la vista del presupuesto, Antonio Paniagua consideraba que con los 40.000 escudos que la Corona había consignado para fortificar Badajoz y los 19.000 que adeudaba Alonso de Aguilar se podría cubrir el coste de la obra. El Consejo de Guerra estimó, nuevamente, que primero debían repararse las fortificaciones arruinadas y después si restaban fondos suficientes, y una vez que se tuviese el dinero, se iniciasen las nuevas obras (informes del 14 y 16 de junio de 1679).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">En esta ocasión la financiación debió resultar suficiente y las obras se licitaron poco después aunque de los dos baluartes propuestos por Francisco Domingo sólo se licitó el Baluarte de la Trinidad, parte de su cortina colateral izquierda, la cortina colateral derecha completa y la mitad del flanco izquierdo del Baluarte de Santa María(29).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El documento con las condiciones para construir dichas fortificaciones no está fechado ni firmado pero debemos suponer que su autor fue Francisco Domingo y deberíamos fecharlo a comienzos de septiembre pues el día 6 de ese mes se dio el primer pregón. Los días 7, 8, 9 y 10 se dieron otros tantos pregones. El primer maestro albañil en ofrecer postura para la obra fue Antonio Rebanales que tasó la vara cúbica construida en 12, 5 rs. y en 2 rs. la vara cúbica de tierra excavada para la cimentación y puesta después en el terraplén. La postura de Antonio Rebanales fue pregonada los siguientes días.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El remate se fijó para el 8 de octubre. En el acto del remate no aparecieron mejores posturas y por tanto se le adjudicó la obra aunque este precio, 12,5 rs la vara cúbica construida, no se ajustaba a lo que había presupuestado Francisco Domingo que había tasado la <i>manifactura de maestros, peones, cal, arena y agua </i>en 10 reales (30).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El día 10, Antonio Rebanales y su fiador (Juan Marcos) firmaron la escritura de obligación en la que se comprometían a construir un baluarte, una cortina, parte de otra y medio flanco. En la escritura se establecían las siguientes condiciones:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span><span>La escarpa se levantaría con mampostería y mortero de cal. El ingeniero decidiría tanto la sección como la altura de la escarpa. El coste de la vara cúbica de mampostería se estipuló en 12,5 reales de vellón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 36pt; text-align: justify; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Los otorgantes abrirían los cimientos de la escarpa. Los cimientos tendrían 10 varas de ancho y deberían profundizarse hasta encontrar firme. Los otorgantes se comprometían a transportar intramuros la tierra extraída de los cimientos para ir conformando el terraplén. Por cada vara cúbica de tierra trasportada para el terraplén recibirían 2 reales y además se le entregarían las herramientas necesarias para dicho trabajo (4 picos azadones, 4 azadas y 4 palas). Si por algún motivo fuese preciso excavar los cimientos en la roca este trabajo sería por cuenta de los maestros pedreros.<span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span><span>La calidad de los morteros empleados (cal, arena y agua) sería controlada por la persona o personas que la Corona determinase. Recordemos que la Corona era la institución que financiaba la obra.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Debían trabajar en la obra cuatro maestros albañiles con sus correspondientes peones pero si hubiese material y piedra suficientes se comprometían a aumentar tanto el número de albañiles como de peones. No conocemos los nombres de los albañiles que participaron en la obra aunque parece obvio que tanto Antonio Rebanales como Juan Marcos, ambos maestros albañiles, trabajaron en ella. No descartamos la intervención de Antonio Rebanales, el Mozo, que en otras obras formó sociedad con los dos anteriores. Por desgracia no podemos certificar su actuación ya que es posible que por estos años Antonio Rebanales, el Mozo, fuese muy joven o no pasase de oficial.<b><o:p></o:p></b></p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>La Corona entregaría a los albañiles la piedra con la que se construirían las escarpas.</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>La cal para los morteros era por cuenta de los otorgantes. Para cocer la cal, la Corona les entregaría el horno <i>ymediato a la muralla que oy tiene arendado Juan rodriguez suarez con obligaz<sup>on</sup> que A de thener el otorgante de pagar Al dueño de el su arendam<sup>to</sup></i>. La piedra necesaria para la cal podrían sacarla del terreno en el que habría de excavarse el foso y si en este circuito no la hubiese podrían sacarla del foso de la media luna de los hornos caleros o del sitio que indicase el ingeniero. Asimismo, la Corona entregaría a los otorgantes las herramientas para sacar la piedra (6 picos azadones, 6 palas, 6<i> piços Marones</i>, 2 palancas, 2 barrenos, 2 mazas de hierro, 2 cucharas, 2 cuñas grandes, 2 marras para romper las piedras grandes, 24 espuertas y 5 arrobas de pólvora). Salvo la pólvora, los otorgantes debían entregar las herramientas, en el estado en el que se encontrasen, al finalizar los trabajos.</p><p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;margin-left: 36pt; text-indent: -18pt; "><span style=" ;font-family:Symbol;"><span>·<span style="font: normal normal normal 7pt/normal 'Times New Roman'; "> </span></span></span>Con respecto a los pagos se estipulaba que para empezar la obra la Corona entregaría 400 reales y después cada sábado se abonaría lo que correspondiese en función del trabajo desarrollado entre el lunes y el sábado.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>Como ya hemos dicho, el proyecto de Francisco Domingo también contemplaba la excavación de un foso de <st1:metricconverter productid="28 m" st="on">28 m</st1:metricconverter> de ancho (<st1:metricconverter productid="100 pies" st="on">100 pies</st1:metricconverter> ó 33 varas) y <st1:metricconverter productid="1,68 m" st="on">1,68 m</st1:metricconverter> de profundidad (2 varas).<span>El pliego de condiciones para excavar el foso no está fechado ni firmado aunque suponemos que su autor fue Francisco Domingo. Mas complicado resulta establecer las fechas en las que se tramitó pues la documentación correspondiente ofrece fechas que resultan incompatibles. En nuestra opinión, los trámites se iniciaron el día 26 de agosto. Esta fecha es muy adecuada pues debemos recordar que la Corona debía suministrar la piedra necesaria para construir la nueva muralla. Esta piedra procedería de la excavación del foso por lo que parece lógico suponer que antes de proceder a la construcción de la muralla se hubiese acumulado piedra suficiente y para ello la excavación del foso debía comenzar cuanto antes.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>En el pliego </span>de condiciones se estipulaba que el foso se excavaría <i><span>Al sitio del olibar que fue del combento de la santisima trinidad </span></i><span>(31)<i>. </i>El Olivar de los Frailes de la Trinidad estaba intramuros pero al construirse la nueva muralla abaluartada una parte del mismo quedó extramuros.<i> </i>Por último hemos de resaltar que en el pliego de condiciones se modifican las dimensiones del foso que aparecían en el proyecto original pasando ahora a 150 varas de largo (<st1:metricconverter productid="126 m" st="on">126 m</st1:metricconverter>), 10 de ancho (<st1:metricconverter productid="8,4 m" st="on">8,4 m</st1:metricconverter>) y 4 de profundidad (<st1:metricconverter productid="3,36 m" st="on">3,36 m</st1:metricconverter>).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>Aunque en las escrituras se dice que la obra se pregonó los días 26 y 27 de septiembre los pregones debieron hacerse los días 27 y 28 pero del mes de agosto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El 27 de agosto el maestro pedrero Francisco Gutiérrez presentó postura en la que tasaba la vara cúbica excavada en 4 rs (lo mismo que había presupuestado Francisco Domingo). La postura de Francisco Gutiérrez se pregonó los días 3, 4 y 5 de septiembre. Como no aparecían nuevas posturas se ordenó rematar la obra el día 7. En el acto del remate tampoco aparecieron nuevos postores. El 11 de septiembre, Francisco Gutiérrez firmó la correspondiente escritura de obligación en la que se estipulaba que la Corona entregaría la pólvora y las herramientas necesarias para la excavación y Francisco Gutiérrez se comprometía a finalizar la obra en el plazo de seis meses contados desde la primera paga.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>La excavación del foso no se limitaba a configurar este elemento ya que la piedra extraída del foso era la que abastecía a los maestros albañiles que estaban levantando las escarpas. Francisco Gutiérrez no debió proporcionar material suficiente pues fue preciso formalizar dos contratos para suministrar piedra (32). En ambos casos los maestros pedreros debían sacar la piedra de la Fuentecilla. Este paraje, al igual que el Olivar de la Trinidad, se encontraba intramuros pero al construirse la nueva muralla quedó extramuros. Es decir, si la piedra se extraía de la Fuentecilla la propia cantera iría conformando el foso en este sector.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El primer pliego de condiciones para suministrar piedra con destino a las nuevas fortificaciones se firmó el día 26 de septiembre. El 28 se pregonó en los lugares habituales. El contrato se remató el día 2 de octubre al maestro pedrero Oliver Jorge Gerardo que había sido el único que había presentado postura. Oliver Jorge tasó la carretada de piedra en 3 rs (cada dos carretadas hacían una vara cúbica). El 4 de octubre Oliver Jorge firmó la escritura de obligación. En la escritura se estipula que la Corona entregaría la pólvora y las herramientas necesarias para la extracción de la piedra y Oliver Jorge se comprometía a que diariamente trabajasen en la excavación 12 hombres cuyo número podría aumentar si era necesario.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><span> </span>El día 28 de octubre los maestros pedreros Francisco González y Diego Vinagre se obligaron también a sacar piedra para las fortificaciones. Como en el contrato anterior, se tasó la carretada en 3 rs de modo que cada dos carretadas hiciesen una vara cúbica. En la escritura de obligación se comprometieron a trabajar continuamente en la extracción de la piedra con 22 hombres y si fuese necesario debían trabajar más. Por su parte, la Corona se obligaba a entregar la pólvora y las herramientas necesarias para la extracción de la piedra.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">En el año 1680 prosiguieron las obras en la muralla pues el 3 de marzo de 1680 Antonio Rebanales, maestro albañil, y Juan Marcos firmaron un contrato con Francisco Rodríguez para que este último les abasteciera de chamiza y retama con destino al horno en el que habían de cocer la cal necesaria para la <i>fabrica de los baluartes y muralla de la puerta de la Santisi<sup>ma</sup>Trinidad</i> (33).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; ">Si nos fiamos de la fecha que aparece grabada en la portada interior de la Puerta de la Trinidad, en 1680 la zona contigua a la nueva Puerta de la Trinidad ya estaba concluida.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span> </span>Posiblemente la Corona aceleró la tramitación de las obras espoleada por las noticias que se tenían sobre las precauciones que estaban tomando los portugueses ante un posible enfrentamiento con Castilla. En la rápida ejecución de la obra pudo intervenir también el miedo a la peste. Como era habitual, para evitar la entrada en la ciudad de enfermos de peste el Cabildo Municipal ordenó tapiar los portillos, cerrar las puertas y sobre todo controlar el paso de forasteros por ellas.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">Las nuevas fortificaciones llegaban muy tarde (hacia años que las plazas portuguesas de Elvas, Olivenza y Campomayor estaban fortificadas a la moderna) pero fueron muy oportunas pues en 1680 la tensión entre España y Portugal estuvo a punto de desencadenar un nuevo enfrentamiento. En efecto, los problemas en la colonia americana de Sacramento y los intentos portugueses de penetrar en el Río de la Plata tuvieron una repercusión inmediata en la Península. Badajoz se preparó para un hipotético ataque. Las autoridades municipales alertaron a los vecinos para que estuvieran atentos a la defensa de la plaza, se aseguró el abastecimiento de carne y se repartieron entre los vecinos armas, balas, pólvora, etc. Afortunadamente no llegó a declararse la guerra (34)</p></div><span style=" ;font-family:'Times New Roman';font-size:12pt;"> </span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">NOTAS.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><o:p> </o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">1.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 172.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">2.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 172v.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">3.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1764.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">4.MELÉNDEZ TEODORO, A.: “Los cerros emblemáticos de Badajoz”, <i>Revista Oficial de la Feria de San Juan 2002</i>, Excmo. Ayuntamiento de Badajoz, 2002, pp. 99-113.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">5.GARCIA BLANCO, J.: <i>Las fortificaciones de Badajoz durante la Guerra de la Restauración de Portugal (1640-1668)</i>, Aprosuba-3, Badajoz, 2001, pp. 74-75.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">6.CRUZ VILLALÓN, M.: “Problemas de ingeniería militar española en el siglo XVII. La Plaza de Badajoz”, <i>Norba-Arte</i> (1996), Universidad de Extremadura, Cáceres, pág. 207.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">7.CORTÉS CORTÉS, F.: “1640-1668: Fortificaciones en Extremadura”, <i>Revista de Estudios Extremeños</i>, XLII-1, Badajoz, 1986, pág. 196; A.H.P., Badajoz, Prot. 234, fol. 33; I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 145.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">8.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVII, ff. 287v-288.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">9.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol.145.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">10.CORTÉS CORTÉS, F.: “1640-1668: Fortificaciones en Extremadura”, op. cit., pág. 194.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">11.<i>Plano de la Plaza de Badajoz con el de las demas obras anexas a el en el estado que hasta oy Primero de junio de 1739 se hallan sus fortificaciones</i>, B-8-44, I.H.C.M., Madrid; <i>Plano del fuerte de Pardaleras de Badajoz que manifiesta el estado en que han quedado el reparo de sus obras, y las que deviendo continuar faltan hazerse para su conclusión</i>, BA-G-1/10, I.H.C.M., Madrid.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">12.Secciones de perfiles trazados por distintos sitios de la fortificación de Badajoz, C.G.E., A.C.E.G., Extremadura 119.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">13.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1764, fol. 416.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">14.Monsaraz (A.H.P., <st1:city st="on">Badajoz</st1:city> , Prot. 329, fol 783) y <i>Moron</i> (A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 368, fol. 130).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">15.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1764, fol. 421v.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">16.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 224v.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">17.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 172v.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">18.A.H.M., Badajoz, L.A., 25 de junio de 1677, ff. 54v-55.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">CORTÉS CORTÉS, F.: <i>Alojamientos de soldados en la Extremadura del siglo XVII</i>, Editora Regional de Extremadura, Mérida, 1996; CRUZ VILLALÓN, M.: <i>Badajoz: Ciudad amurallada</i>, Junta de Extremadura, Mérida, 1999, pp. 76-78; MELÉNDEZ TEODORO, A.: “Cuarteles y dependencias militares en la Plaza de Badajoz”, <i>Apuntes para la Historia de la Ciudad de Badajoz</i>, V, R.S.E.A.P., Badajoz, 2004; GARCÍA BLANCO, J.: “El cuartel de caballería de Santo Domingo”, <i>Apuntes para la Historia de la Ciudad de Badajoz</i>, V, R.S.E.A.P., Badajoz, 2004.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">19.A.H.M., Badajoz, L.A., 25 de junio de 1677, ff. 54v-55.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">20.A.H.M., Badajoz, L.A., 9 de septiembre de 1677, ff. 82-82v.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">21.A.H.M., Badajoz, L.A., 16 de septiembre de 1677, ff. 85v-87.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">22.A.H.M., Badajoz, L.A.,18 de septiembre de 1677, ff. 106-107.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">23.A.H.M., Badajoz, L.A., 5 de junio de 1679, fol. 56v.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">24.A.H.M., Badajoz, L.A., 22 de junio de 1679, fol. 59.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">25.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 368, ff. 188-191.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">26.GARCÍA BLANCO, J.: “El cuartel de caballería de Santo Domingo”, <i>Apuntes para la Historia de la Ciudad de Badajoz</i>, V, R.S.E.A.P., Badajoz, 2004, pp. 109-111.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">27.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 178</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">28.I.H.C.M.,Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 178-178v.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">29.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1764, ff. 559-570.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; ">30.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 177.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">31.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1764, ff. 479-486.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">32.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1764, ff.533-540/603-607.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="EN-GB">33.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 1680, fol. 83.<o:p></o:p></span></p><span style="font-family:'Times New Roman';"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">34.CORTÉS CORTÉS, F.: </span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Una ciudad de frontera. Badajoz en los siglos XVI y XVII</span><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">, Caja de Ahorros, Badajoz., 2000, pág. 112.</span></div></span>Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5631912981762113993.post-25714246133713667702010-07-28T12:04:00.000-07:002010-07-28T13:06:08.627-07:00<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><u><br /></u></span></div><div><b>2. Las fortificaciones entre 1668 y 1675.</b></div><div><br /></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiow6515i0bHTIC7IBmAZMioZDszdRoeGpUgXEjzCWv3kHTEgZS0fpvOBQnS_jh57pKBL6Nkpxo2QBD6ioieGJW8FjC0t1etaTkB8IpdDf-acdrh2PT0noOSsMSEQpn1oYFgQYX_er6Tp0y/s1600/DSCN4139.JPG"></a><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvXyuCB8f_hxodIj5lnSzMNV7G54zSZyjFzTJUC87tWNyqII_h7s4IoBkL3ao0w1YsZ-0fvucBr56SAYTrQo84X9tmU58STiwiIqhyybd86dichCT-EkMn9Wy6BCQ8NfPOT-Hfu1qJ5YNp/s1600/DSCN4138.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 257px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvXyuCB8f_hxodIj5lnSzMNV7G54zSZyjFzTJUC87tWNyqII_h7s4IoBkL3ao0w1YsZ-0fvucBr56SAYTrQo84X9tmU58STiwiIqhyybd86dichCT-EkMn9Wy6BCQ8NfPOT-Hfu1qJ5YNp/s320/DSCN4138.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5499045862862886322" /></a><div><div class="Section1"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>Fig. 1). Vista de Pier María Baldi, 1668 (TEIJEIRO FUENTES, J; MELÉNDEZ TEODORO, A.: </b><i><b>La fortificación abaluartada de Baajoz en los siglos XVII y XVIII</b></i><b>, Autoedición, Tajo-Guadiana, Badajoz, 2000, pág. 68). Podemos visualizar perfectamente la morfología de las fortificaciones de Badajoz en 1668. La Alcazaba islámica coronando el Cerro de la Muela, la muralla medieval que cercaba al caserío de la ciudad y las medias lunas, construidas en el transcurso de la guerra, que se adosaron tanto a la Alcazaba como a la cerca urbana. A la derecha, el Fuerte de San Cristóbal.</b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><o:p> </o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Las fortificaciones que protegían Badajoz en 1668 no estaban en consonancia con la importancia estratégica que la plaza había adquirido tras la independencia de Portugal. La ciudad contaba con cuatro cinturones defensivos que de dentro a fuera eran:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l3 level1 lfo1"><span style="font-family: Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-font-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">Ø<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>La Alcazaba situada en la cima del Cerro de la Muela. Su principal defensa era la cerca islámica que se mantenía casi intacta si bien, se había reforzado durante la guerra con varias obras (media luna de la Puerta del Alpéndiz, puestos de guardia en las puertas del Capitel y Carros, baterías, almacenes para pólvora, artillería y municiones, etc.) </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l3 level1 lfo1"><span style="font-family: Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-font-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">Ø<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>La ciudad estaba rodeada por una muralla medieval, construida con tapias, a la que se habían ido adosando medias lunas, baluartes y dos caminos cubiertos. Las defensas urbanas se completaban con varias baterías.</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l3 level1 lfo1"><span style="font-family: Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-font-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">Ø<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>El cinturón exterior estaba compuesto por los fuertes de San Cristóbal, Cabeza del Puente y Pardaleras. Los dos primeros estaban unidos por un camino cubierto.</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l3 level1 lfo1"><span style="font-family: Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-font-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">Ø<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>Una red de atalayas rodeaba la ciudad con objeto de vigilar y alertar en caso de peligro (San Gaspar, Corchuela, Torrequebrada, los Rostros, Talavera, Rey, etc.).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Es decir, un conjunto defensivo medieval al que se habían adosado varias obras de trazado moderno pero muy endebles (medias lunas, pequeños baluartes, camino cubierto, etc) y un cinturón exterior con tres fuertes que ocupaban algunos de los padrastros más peligrosos (fig. 1).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt">Podríamos pensar que con la independencia de Portugal se acometerían obras de envergadura para trasformar a Badajoz en una auténtica plaza fuerte pero las autoridades de Madrid no lo consideraron oportuno. Las intervenciones en las fortificaciones de la Raya después de la guerra podemos dividirlas en dos períodos claramente diferenciados. El primero se extiende entre los años 1668 y 1675 y el segundo a partir de 1675. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Las líneas de actuación que caracterizan al primer período son las que se expresan en el informe del 4 de marzo de 1668 (ver capítulo anterior). En estos años la Corona emprendió pocas obras y los trabajos se limitaron a mantener las fortificaciones existentes y reparar las ruinas que periódicamente se iban produciendo. Posiblemente las dificultades económicas y sobre todo el deseo de no provocar la desconfianza de Portugal, que podía interpretar las nuevas fortificaciones como el preludio a una nueva guerra, expliquen dicha estrategia. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Las obras más ambiciosas se plantearon en Valverde de Leganés, Alconchel y Villanueva del Fresno y tenían como objetivo consolidar una línea fuerte que hiciese frente a la plaza de Olivenza (recuperada por los portugueses tras la firma de la paz). Pese a todo, dichas fortificaciones no llegaron a materializarse aunque fueron diseñadas y se les adjudicó su correspondiente partida presupuestaria. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Por lo que se refiere a Badajoz las obras fueron escasas y las que tenemos documentadas no se refieren a fortificaciones propiamente dichas sino a obras auxiliares (construcción de un cobertizo para el puente de barcas y reparación de los almacenes de municiones y pertrechos de la artillería). En efecto, el 18 de noviembre de 1669 se solicitaron 2.371 escudos para construir un cobertizo destinado a almacenar las 28 barcas que componían el puente de barcas y otros 1.000 para reparar los almacenes de municiones y pertrechos de artillería. Las dificultades financieras eran tan agudas que en un primer momento se estudió la posibilidad de vender las barcas para excusar el gasto del cobertizo. No obstante, don Diego Sarmiento, que fue el encargado de estudiar este asunto, consideró que el coste del cobertizo era muy moderado. Asimismo estimó que no se obtendrían beneficios de la venta teniendo presente el elevado coste que había supuesto fabricarlas y su utilidad en caso de necesidad. En atención a todo ello recomendó conservarlas y construir el cobertizo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El 28 de febrero de 1670, el Consejo de Guerra, visto el informe de Diego Sarmiento, descartó la venta y aconsejó construir el cobertizo, reparar <i>los cuatro almacenes de Badajoz, pagar los alquileres que dellos se deben</i><span style="mso-bidi-font-style:italic"> </span>y reparar los almacenes de Alburquerque, Alcántara y Moraleja (1).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>No hemos podido documentar la construcción del cobertizo para las barcas pero si la reparación de <i>los almacenes a donde estan en esta plaça los peltrechos de guerra y municiones q. tiene para su defensa </i><span style="mso-bidi-font-style: italic">(2)<i>.</i></span> El contrato se firmó el 27 de julio de 1671 e incluía reformas en tres inmuebles y la construcción de uno nuevo:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:35.7pt;text-align:justify;text-indent:-17.85pt;mso-list:l1 level1 lfo2"><span style="font-family:Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-mso-bidi-font-style:italicfont-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">§<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>En la <i>casa que era del Sr conde de la rroca </i>debía construirse una rafa, reparar algunas paredes y <i style="mso-bidi-font-style: normal">enladrillar</i> (pavimentar con ladrillos) una sala grande. <i><o:p></o:p></i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:35.7pt;text-align:justify;text-indent:-17.85pt;mso-list:l1 level1 lfo2"><span style="font-family:Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-font-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">§<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>En el almacén que llaman de <i>D. gomez de la rrocha</i> debía enladrillar una de las estancias y parte de la piquería (sala en la que guardaban las picas). </p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:35.7pt;text-align:justify;text-indent:-17.85pt;mso-list:l1 level1 lfo2"><span style="font-family:Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-mso-bidi-font-style:italicfont-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">§<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>Enladrillar una sala del almacén de pólvora situado <i>frentte de San Pedro <o:p></o:p></i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:0cm;margin-bottom:6.0pt; margin-left:35.7pt;text-align:justify;text-indent:-17.85pt;mso-list:l1 level1 lfo2"><span style="font-family:Wingdings;mso-fareast-font-family:Wingdings;mso-bidi-mso-bidi-font-style:italicfont-family:Wingdings;"><span style="mso-list:Ignore">§<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>Levantar un cobertizo en el <i>Corral grande que esta frentte de el almacen que llaman de D. Gomez de la rrocha.</i> El cobertizo estaría adosado a la muralla de la Alcazaba por uno de sus lados.<i><o:p></o:p></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5-dbDNOO_K1AqDMsY9TqunyJ1clg0ycs7DtDN4ZQPi4Gmeaba3fq6TPDsbncTZ4aO6Hgt-lqqniOs5EqNzEJJiXhnA5S-1Giki2QIPSFHhjtHrpkX-uedPFnt6hjFbKncGzcGdVX78kT2/s320/DSCN4139.JPG" /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. <st1:metricconverter productid="2 A" st="on">2 A</st1:metricconverter>). Plano anónimo de mediados del siglo XVII (Krigsarkivet, Estocolmo). Los almacenes aparecen señalados con la letra F (TESTÓN NÚÑEZ, I.; SÁNCHEZ RUBIO, C.M.; SÁNCHEZ RUBIO, R.: <i style="mso-bidi-font-style: normal">La Raya Luso-Extremeña en el Archivo Militar de Estocolmo</i>, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, Junta de Extremadura, Mérida, 2003, pág. 64).</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> <span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span></span></b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcrmN1ieF4GdX5tsiTKewXMJtn3kq4orVWRUWmT2viYAWspWApRo3ORvBICDecKyY7XazvOyOB08Pasoa41tQDvQ3qqP12GFoyFcE7HyEuC3JL8YwsmTvs1f3h4s5z9bSO7eendw1emBc1/s320/DSCN4140.JPG" /></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. 2 B). Planta de los almacenes en 1735 (Plano del recinto de la fortificación de Badajoz con el Castillo Viejo y el fuerte de San Cristóbal por Diego de Bordick, Brigadier de Ingenieros, C.G.E., A.C.E.G., Extremadura, 117).</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span></b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoYzMyD0aJkhapFw5uZqfjQpQTBW-9eIXRxLKTu6Le7rMVd2fKwY9JJxUsjEm-ViSXrpSMUXYyYFk0QYQtzEgu3uz4UUxeZzquA3Gx_4LBnFufcLxwEZGqfsXJuUDU56PM8JnL1mWdX1ND/s320/DSCN4141.JPG" /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. <st1:metricconverter productid="2 C" st="on">2 C</st1:metricconverter>). Plano de la Alcazaba en 1803 con la planta de los almacenes y cuarteles (Plano que manifiesta la altura del Castillo antiguo de la plaza de Badajoz, por José de Gabriel, C.G.E., A.C.E.G., Extremadura, 159).<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><span style="mso-tab-count:1"> </span><o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt">El coste de la obra se estipuló en 20.00 reales y José Cañizares, el maestro albañil encargado de las obras, se comprometió a tenerlas concluidas a finales de septiembre de ese mismo año (1671). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><o:p> </o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt">Los cuatro inmuebles citados se localizaban en la Alcazaba pero no sabemos con que edificios actuales se corresponden (3). Sobre este asunto sólo podemos señalar que en el plano de Krigsarkivet observamos que los almacenes ocupaban la casa-palacio de los Acevedos (inmueble al que pertenecía el mal llamado Torreón del Obispo), el palacio de los duques de Feria (actual Museo Arqueológico) y la casa-palacio de los Zapata (fig. 2A). En este mismo entorno se levantaban inmuebles más modestos como las casas de Juan López García y Juan Fernández que eran linderas y estaban adosadas a la cara interna de la muralla de la Alcazaba contigua a la plaza de José A. Sáenz de Buruaga<span style="mso-bidi-font-style:italic">.</span><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:36.0pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Todos estos inmuebles rodeaban la actual plaza de José A. Sáenz de Buruaga. Las calles que daban acceso a la plaza estaban cortadas, seguramente con tapias, de modo que los inmuebles formaban un conjunto unitario en el que la plaza pasó a convertirse en patio (fig. 3A). El principal acceso se encontraba en la calle comprendida entre el Museo Arqueológico y la casa-palacio de los Acevedos. También existía otra entrada, de menores proporciones, frente al polvorín (fig. 3B)</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span class="Apple-tab-span" style="white-space:pre"> </span></b><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt7ghfNhmwVSsXlIgMuhkSz4dYSlDIlt7MGTcznIMMhlkrHY-cGZ0fX59p4D31PBYZuiw7eP21wNbJcSpgpEgb8wg3SeKKtAvmmVwk0eBle91nf5hmP9htDCu_OEi53nm9TMFwfQFeacEv/s320/DSCN4142.JPG" /></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. <st1:metricconverter productid="3 A" st="on">3 A</st1:metricconverter>). Área de los almacenes en la actualidad. En primer término casa-palacio de los Zapata. En el centro el palacio de los duques de Feria (Museo Arqueológico Provincial).<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><o:p> </o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt">Por otro lado, tanto el documento del 28 de febrero de 1670 como el contrato de reparación (27 de julio de 1671) dejan traslucir que los almacenes, o al menos alguno de ellos, no eran propiedad de la Corona sino que los tenía alquilados.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>La maestranza de la artillería también se levantaba en la Alcazaba pero fuera de este ámbito pues sabemos que estaba cerca de la ermita de Santiago (4).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Las obras no acabaron con los problemas pues el ingeniero Luis de Venegas advertirá, siete años después, que era preciso <i style="mso-bidi-font-style:normal">aderezar los almagacenes que estan muy mal parados</i> (informe del 8 de julio de 1677). Después será Diego de Portugal el que alerte de que los <i style="mso-bidi-font-style: normal">Magacenes </i>(sic) <i style="mso-bidi-font-style:normal">de las municiones amenazaban gran ruina</i> (Informe del 27 de enero de 1684).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivls3X8NpQij49OvyWUhNgX3KaFP9xGz5iqB4uB44xGz1XMgkptTrrnVURmpa6QZTekQ1Qf8tdw0nqDE55EJzxvy-Xtd3i4u8WV1PKNsQxNov6RYkRu5wVg07L6-fEiEA4CzjNlKjjy1ts/s320/DSCN4143.JPG" /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. 3 B). En el centro de la imagen el palacio de los duques de Feria. Al fondo y a la derecha el mal llamado Torreón del Obispo que formaba parte de la casa-palacio de los Acevedos. Entre ambos inmuebles se encontraba uno de los accesos al espacio central de los almacenes. El segundo acceso se encontraba a la derecha del polvorín (edificio de los arcos). <o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify">NOTAS</p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify">1.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 138. </p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language:EN-GB">2.A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 360, ff. 201-202.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify">3.SÁNCHEZ RUBIO, C.; SÁNCHEZ RUBIO, R.: <i style="mso-bidi-font-style:normal">Badajoz en el Krigsarkivet. El hallazgo de la visión más lejana</i>, Excmo. Ayuntamiento, Badajoz, 2003, pág. 33.<span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language:EN-GB"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language:EN-GB">4.AH.P., <st1:city st="on">Badajoz</st1:city>, Prot. 232, fol. 361; A.H.P., <st1:place st="on"><st1:city st="on">Badajoz</st1:city></st1:place>, Prot. 343, fol. 187.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language:EN-GB"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:6.0pt;text-align:justify"><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language:EN-GB"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal">3. Cambio de política (1675)</b>.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>A partir de 1675 asistimos a un cambio radical. Ese año se aprobó un “ambicioso” plan de reformas de las fortificaciones de la Raya. En primer lugar, Luis Ferrer (gobernador de las armas de Extremadura) y el capitán Francisco Domingo (ingeniero militar) inspeccionaron las plazas de la frontera y en dos informes (fechados el 8 de febrero y 1 de marzo de 1675) detallaron su estado y los fondos que debían destinarse tanto a las reparaciones como a los sueldos de los soldados <i>pues en tres años solamente han percivido tres pagas</i><span style="mso-bidi-font-style:italic"> (1)<i>.</i><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El 11 de marzo, el Consejo de Guerra, tras examinar los informes remitidos por Luis Ferrer y Francisco Domingo, recomendó al Rey las propuestas de ambos ya que: </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: 18.0pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify"><i>“...por las noticias que se tienen de que se arman Portugueses y cuyas anticipadas prevenciones es justo solicitar el cuidado de que las plazas de aquellas frontera se pongan en buena defensa...” </i><span style="mso-bidi-font-style: italic">(2)<b><i><o:p></o:p></i></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: 18.0pt"><i><o:p> </o:p></i></p> <p class="MsoBodyText" style="text-indent:35.4pt">Es decir, el Consejo de Guerra daba máxima prioridad a las fortificaciones y a la paga de los soldados ya que estaba informado de que los portugueses se estaban armando y por tanto era urgente prepararse de cara a un posible enfrentamiento. </p> <p class="MsoBodyText" style="text-indent:35.4pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoBodyText" style="text-indent:35.4pt">Tras aprobarse el plan (10 de abril de 1675) se ordenó librar el dinero aunque el Concejo de Guerra acordó remitir <i>por ahora</i> 20.000 de los 41.359 escudos que solicitaba Luis Ferrer.</p> <p class="MsoBodyText" style="text-indent:35.4pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Siguen dos años en los que no sabemos con certeza quien está al mando del ejército de Extremadura. En efecto, el 3 de abril de 1676 el conde de Montijo visitó las fortificaciones de la Raya y realizó un informe dando cuenta del estado de las mismas. Desconocemos que atribuciones tenía en este momento si bien mientras permaneció en Extremadura las cartas que se remiten desde Madrid van dirigidas al conde de Montijo y Luis Ferrer no aparece citado. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Pero retomemos el curso de los acontecimientos. En primer lugar debemos recordar que el Consejo de Guerra había resuelto enviar a Extremadura una primera remesa de 20.000 escudos. El 21 de junio de 1677 se informaba al conde de Montijo del envío de otros 20.000 escudos destinados a las fortificaciones de Badajoz y poco después se consignó otra partida de 20.000 reales de a ocho para las reparaciones más urgentes en el resto de las plazas. Para distribuir los 20.000 reales entre los lugares más necesitados se ordenó que el ingeniero mayor (Luis de Venegas) inspeccionase las fortificaciones de la frontera. El informe de Luis de Venegas (8 de julio de 1677) y las cartas de los gobernadores de las distintas plazas nos presentan un panorama desolador y vienen a confirmar las conclusiones que ya habían expuesto Diego Caballero (6 de febrero de 1665) y el conde de Montijo (3 de abril de 1676). En el caso de Badajoz, Luis de Venegas denunciaba que en las murallas que bordeaban el Guadiana había zonas por las que se podía pasar a caballo e incluso otras tan arruinadas que permitían el paso de carretas. El resto de la ciudad no estaba en mejores condiciones pues era necesario reparar casi todas las puertas y rastrillos, baluartes, medias lunas, camino cubierto, fuertes (San Cristóbal, Cabeza de Puente y Pardaleras), etc (3).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Los informes del conde de Montijo (3 de abril de 1676) y Luis de Venegas (8 de julio de 1677) fueron estudiados y valorados por el duque de San Germán (12 de agosto de 1677) que a la vista de los mismos estimó que todos los recursos disponibles debían destinarse a fortificar Badajoz y las plazas de Alburquerque, Valencia de Alcántara y Alcántara. El desglose de gastos que establecía el Duque era el siguiente:</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l2 level1 lfo3"><span style="mso-list: Ignore">A.<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span>La partida de 20.000 reales debía consignarse a las fortificaciones de Badajoz y además <i style="mso-bidi-font-style:normal">convendrá que se le situe </i>(a las fortificaciones de Badajoz)<i style="mso-bidi-font-style:normal"> una porción considerable en cada mes hasta que se pongan en perfección todas las obras por ser plaza de tanta importancia</i> (4)<i style="mso-bidi-font-style: normal">.</i></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l2 level1 lfo3"><span style="mso-list: Ignore">B.<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span>De la partida de 20.000 escudos se destinarían <st1:metricconverter productid="15.000 a" st="on">15.000 a</st1:metricconverter> las plazas de Alburquerque, Valencia de Alcántara y el puente de Alcántara. Los 5.000 escudos restantes se reservarían para cubrir las reparaciones más urgentes de otras plazas. Las primeras remesas de esta partida empezaron a llegar a Badajoz en diciembre.</p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Lamentablemente, la falta de recursos no permitía afrontar todas las obras. Para entender las penurias financieras hemos de recordar que entre los años 1678-83 la peste, el hambre y el desorden monetario sumieron a España en una nueva crisis. En noviembre de 1678 el gobierno ordenó suspender el pago de toda la deuda contraída con anterioridad a finales del año 1677 aunque se exceptuaron los asientos y el gasto militar. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Para paliar la escasez de fondos, Antonio Paniagua Zúñiga, el nuevo gobernador de las armas de Extremadura, propuso que algunos tributos y parte de los bienes de propios de los municipios se destinasen a costear las obras de la frontera (29 de octubre de 1677). En el caso de las fortificaciones correspondientes a las Ordenes Militares, plantea que el Consejo de las Órdenes reservase las rentas consignadas a las fortificaciones para las plazas de la frontera. Asimismo reclama que el dinero destinado a las fortificaciones no se desviase a otros fines. La Junta de Guerra consideró muy acertadas sus propuestas y decidió recomendarlas a la Corona (5).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El Cabildo Municipal por su parte, ante la penosa situación de la muralla, había acordado reparar algunos tramos (4 de marzo de 1677) aunque la cantidad desembolsada (416 rs.) nos hace sospechar que la obra debió ser mínima (6). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>En diciembre de 1677 comenzaron a llegar a Badajoz las primeras remesas de los 20.000 escudos que se habían aplicado para fortificar la frontera (7) Antonio Paniagua estimaba que la mayor parte de esos fondos debían asignarse a Badajoz y más concretamente a la esquina del convento de la Trinidad que era el sector más vulnerable de la ciudad. Según el ingeniero militar Francisco Domingo el paraje del convento de la Trinidad.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify"><i>“… se deve poner todo cuidado de fortificarse por estar toda su Plaza de Armas mandada de la eminencia opuesta de la otra parte del Arroyo de Rivillas a tiro de arcabuz </i><span style="mso-bidi-font-style:italic">(Cerro de la Picuriña/San Lázaro)<i>, y de la que mira al de Santa Marina, el terreno natural de la Campaña descubre hasta los pies con que por frente y de costado queda mandada, ademas de este tan grande yncombeniente se sigue que el ataque principal que le puede benir á esta Plaza es por este paraje por que ofrece una proporcion moderada donde poder tener cubierta su Plaza de Armas pasando por ella el arroyo Rivillas y benirse cubierto por el mismo arroyo abajo hasta quatrocientos pasos de la Plaza y aunque ay otros Puestos en la Plaza en que poder reparar y fortificar tengo este por el mas preciso…” </i><span style="mso-spacerun:yes"> </span>(8)<i><o:p></o:p></i></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El proyecto que en principio debía ejecutarse era el que había esbozado Luis de Venegas en 1658 y después retomó don Juan José de Austria. Conviene que antes de proseguir recordemos los pormenores y avatares de dicho proyecto. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Como ya hemos dicho, en 1658 un potente ejército portugués se presentó ante Badajoz. Su plan inicial era apoderase del Fuerte de San Cristóbal pero los asaltos al fuerte fracasaron por lo que determinaron tomar la ciudad poniéndola sitio. Los trabajos de asedio estaban dirigidos por el ingeniero Nicolás de Langres que resolvió entrar en Badajoz por la zona del convento de la Trinidad. Para ello, situó los ataques en el padrastro de la Picuriña-San Lázaro y en los Hornos Caleros (situados cerca de la Plaza de Toros y a lo largo del camino de los Mártires que bordeaba la orilla izquierda del Rivillas). En ambos lugares montó artillería y comenzó los aproches (trincheras de aproximación) para acercarse a la esquina de la Torre del Canto del Rivillas (situada en las inmediaciones del Colegio Juventud). El plan no podía ser más sencillo y efectivo ya que la batería de la Picuriña-San Lázaro dominaba y tomaba de flanco la muralla de la ciudad comprendida entre la Torre del Canto del Rivillas y la Puerta de Santa Marina. Al mismo tiempo este sector era batido frontalmente desde los Hornos Caleros. Solo era una cuestión de tiempo el que los portugueses abriesen brecha en la muralla y por ello los defensores comenzaron una nueva línea fortificada para reatrincherarse cuando los enemigos superasen la muralla exterior (cerca medieval). La nueva línea, que estaba obviamente intramuros, se emplazaba a una cota más elevada que las viejas murallas medievales de modo que no estaría dominada desde el Cerro de la Picuriña. Es poco lo que sabemos de este proyecto aunque parece ser que incluía un baluarte (baluarte del Olivar de los Frailes) que debemos situar en la manzana formada por las calles de Martín Cansado, Calado y Suárez Somonte (fig. 4). </p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBBu4hEWDalCiUok1BSuVtHGy_KjSPuW4MezCTG7CmCG0snlEgyW4Glf_KTONGR_ZPpN0Y5k9RhrYuH1HGfB8u8jhLpQshONEux7Fzhyphenhyphen847HBkgcQObjDawGnvNVZFkYIspTUuyBTcQtGb/s320/DSCN4144.JPG" /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. 4). Emplazamiento aproximado del baluarte del Olivar de los Frailes. En rojo el baluarte iniciado en 1658 y en verde una parte del proyecto de Luis de Venegas para fortificar el frente del Rivillas y la esquina de la Trinidad-Hornos Caleros (ver figura 5 en la que esta línea aparece señalada con la letra B)</b>.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Tras el sitio, el proyecto debió paralizarse y se retomó durante el mandato de don Juan José de Austria (1660-1664). En esta ocasión las defensas de la zona se reforzaron. En efecto, los ingenieros Nicolás de Langres y Ventura Tarragona proyectaron ocupar el Cerro de la Picuriña con una tenaza con objeto de impedir que el padrastro fuese tomado por el enemigo y desde él organizase el ataque a la ciudad (9). Los objetivos de la tenaza de la Picuriña están claros pero no sabemos si fue diseñada para reforzar el proyecto de Luis de Venegas o era independiente de él. Como quiera que fuese, estaban trabajando en la fortificación de la esquina de la Trinidad tres ingenieros que en 1658 habían estado enfrentados ya que Luis de Venegas y Ventura Tarragona eran dos de los ingenieros que defendieron Badajoz mientras que Nicolás de Langres fue el ingeniero que dirigió los ataques portugueses contra la ciudad. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El proyecto de Luis de Venegas fue aprobado e incluso cuando don Juan José de Austria dejó Extremadura, su sucesor, el conde de Marchin, continuó con la tramitación del mismo y se dieron los primeros pasos para iniciar las obras aunque después, por razones que ignoramos, volvió a paralizarse. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>En 1677 Luis de Venegas volvió al ataque. En el informe del 8 de julio de 1677 planteó la posibilidad de construir una versión reducida del proyecto aprobado en tiempos de don Juan José de Austria. La nueva propuesta de Luis de Venegas<span style="mso-spacerun:yes"> </span>incluía un baluarte en el Olivar de los Frailes con dos cortinas colaterales en forma de cortadura real. La cortina de la derecha se extendería entre este baluarte y el de Caracena. La cortina de la izquierda se extendería hasta la plataforma de la Torre de las Palomas. Para el sector comprendido entre la Alcazaba y la Torre de las Palomas propuso </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:18.0pt;text-align:justify;text-indent: 18.0pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify"><i>“…El baluarte de la puerta de la traicion </i><span style="mso-bidi-font-style:italic">(Puerta del Alpéndiz)<i> que esta en lo alto del castillo </i>(…)<i> necesita precisamente de alargarlo hasta la torre del mirador del obispo rebistiendolo de piedra y cal, como los demas desde el angulo defendido bajar con una cortina á la puerta de Merida para ceñir la Ciudad por aquella parte mas de doscientos pasos dejando fuera el matadero y aquel barrio que no tiene casas empie, y la cortadura que la cubria estar enfilada de la campaña sin tener ningun remedio su enfilada…”</i> (10)</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Es decir, entre la Torre de las Palomas y Puerta del Alpéndiz se extendería una cortina muy retranqueada respecto a la vieja muralla (debía dejar extramuros tanto al Matadero como a la mayor parte del barrio contiguo). La cortina remataba en el ángulo defendido del baluarte situado delante de la Puerta del Alpéndiz. Con respecto a este baluarte, Luis de Venegas proponía alargarlo hasta la Torre del Mirador del Obispo (¿Torre de la Vieja?). Por último, Luis de Venegas consideraba que para defender el sector de la Trinidad era fundamental construir la tenaza que los ingenieros Ventura Tarragona y Nicolás de Langres habían diseñado en el padrastro de la Picuriña-San Lázaro.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.4pt">Una vez que hemos expuesto la evolución del proyecto desde su fase inicial en 1658 con sus variantes y mejoras debemos señalar que en nuestra opinión la versión del mismo que debía ponerse en marcha en 1677 no era la que había propuesto Luis de Venegas en el informe del 8 de julio de ese año sino la que se había aprobado en tiempos de don Juan José de Austria que a su vez estaba basada en el proyecto original de 1658 (fig. 5. Línea fortificada marcada con la letra B).</p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;text-indent: 35.4pt; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNKl7KXBFXqQ36ZIh23tie9s2SdxgMTGola64c6ZZJIBL5LnHoj4nK_WFe-wIJeEvul5A3RmaJ1l6FeqdVPU8ZVDOiVhbd7Gt6Ih4cA1iZSPOT6ncDYpeb4P7jTnX9S_T6tF62Si9p6keF/s320/DSCN4146.JPG" /></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:27.0pt"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Fig. 5). Proyectos de Luis de Venegas. Las fortificaciones señaladas con la letra A (marcadas en rojo) se corresponden con obras existentes (cerca medieval, media luna de la Trinidad y baluarte de los Hornos Caleros). Las fortificaciones señaladas con la letra B (marcadas en verde) se corresponden con el primer proyecto de Luis de Venegas. Las fortificaciones señaladas con la letra C (marcadas en negro) se corresponden con el segundo proyecto (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 167). <o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:27.0pt">Esta versión contemplaba la construcción de un semibaluarte en lugar del baluarte diseñado en 1658 (baluarte del Olivar de los Frailes). Del semibaluarte partían dos cortinas:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l0 level1 lfo4"><span style="font-family: "Courier New";mso-fareast-Courier New"font-family:";"><span style="mso-list: Ignore">o<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>La cortina de la derecha remataba en el baluarte de Caracena (calle de Suárez Somonte). </p> <p class="MsoNormal" style="margin-left:36.0pt;text-align:justify;text-indent: -18.0pt;mso-list:l0 level1 lfo4"><span style="font-family: "Courier New";mso-fareast-Courier New"font-family:";"><span style="mso-list: Ignore">o<span style="font:7.0pt "Times New Roman""> </span></span></span>La cortina de la izquierda se unía a un baluarte que levantaba entre los actuales baluartes de la Trinidad y San Pedro. Desde este baluarte partía otra cortina hasta la plataforma de la Torre de las Palomas. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:-9.0pt"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:27.0pt">Asimismo debemos precisar que entre las obras que debían construirse en 1677 no estaban ni la tenaza de la Picuriña-San Lázaro ni la cortina que uniría la Torre de las Palomas con la Alcazaba.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El proyecto es muy interesante desde el punto de vista técnico pues los flancos de los baluartes no son perpendiculares a la cortina sino a la línea de defensa. No obstante, ciertos tramos no siguen esta norma pues en más de un caso para evitar que un flanco fuese enfilado era necesario obviar la norma y adoptar el ángulo más adecuado para sortear la enfilada. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Antonio Paniagua se mostraba convencido de que el proyecto es<i> muy bueno y no se puede mejorar</i> aunque al construirse a una cota muy superior a la que ocupaba la vieja muralla dejaba extramuros a una parte de la ciudad (convento de la Trinidad, cincuenta casas, el camino cubierto que había construido Diego Caballero frente a la media luna de la Trinidad, etc). Cuando se aprobó el proyecto, en tiempos de Juan José de Austria, se tasó el convento y las casas pero en esta ocasión Antonio Paniagua consideraba que este gasto consumiría buena parte de la financiación. Ante estos problemas, decidió plantear un segundo proyecto, obra también de Luis de Venegas, que solventase las dificultades del anterior (derribo del convento y las casas). </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Luis de Venegas diseñó un nuevo proyecto en el que la muralla discurría a una cota inferior, más cercana al cauce del Rivillas y al padrastro de la Picuriña, dejando intramuros al convento de la Trinidad (fig. 5. Línea fortificada marcada con la letra C). Desgraciadamente con este trazado las nuevas fortificaciones estarían dominadas desde el Cerro de la Picuriña. Resulta sorprendente el cambio de Luis de Venegas pues en su informe de 8 de julio de 1677 había recomendado el primer proyecto y en tan sólo 5 meses reconsideró una propuesta que había mantenido más de 19 años (11).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Antonio Paniagua no se atrevió a optar por uno de los proyectos y antes de comenzar las obras remitió una carta al Rey en la que solicitaba <span style="mso-spacerun:yes"> </span><i>me mande lo que he de hacer </i><span style="mso-bidi-font-style:italic">(12)</span>. Por su parte, el Consejo de Guerra tampoco quiso definirse y se limitó a devolver la pelota a Antonio Paniagua ya que resolvió dejar el asunto<i> al arbitrio del Señor Don Antonio ejecutar en esto lo que fuere mas preciso y conveniente al servicio de su Mag<sup>d</sup></i><span style="mso-bidi-font-style:italic"> (13)</span>.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Pese a todo, ninguno de los dos proyectos llegó a materializarse pues el Consejo reconsideró su primera decisión, en la que delegaba en Antonio Paniagua para que este obrase lo que considerase más oportuno, y envió nuevas órdenes para que el dinero consignado a las fortificaciones se emplease en reparar las partes arruinadas (14). La decisión del Consejo es más que comprensible si recordamos el panorama que presentaba Luis de Venegas en el informe de 8 de julio de 1677. La situación debió ser tan preocupante que en 1678 el Cabildo Municipal realizó ciertas reparaciones por las que desembolsó 820 rs. (15). Una cantidad muy moderada pero las arcas municipales no podían aspirar a metas más ambiciosas.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">NOTAS.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">1.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff.138 bis-140</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">2.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 139v-140</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">3.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff.143-146v.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">4.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 156v.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">5.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 158-162v.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">6.A.H.M., Badajoz, L.A., 4 de marzo de 1677, fol. 23v-24.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">7.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 163.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">8.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 176.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">9.La revisión del proyecto de Luis de Venegas tuvo que realizarse antes de 1665 pues ese año murió Nicolás de Langres. Los proyectos para fortificar el frente del Rivillas están magníficamente estudiados por María Cruz Villalón, Javier Teijeiro y Álvaro Meléndez (CRUZ VILLALÓN, M.: “Las murallas de Badajoz en el siglo XVII”, <i style="mso-bidi-font-style:normal">Norba-Arte</i>, VIII (1988), Universidad de Extremadura, Cáceres, pp. 126-132; TEIJEIRO FUENTES, J; MELÉNDEZ TEODORO, A.: <i>La fortificación abaluartada de Badajoz en los siglos XVII y XVIII</i>, Autoedición, Tajo-Guadiana, Badajoz, 2000, pág. 72-75).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">10.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 145v-146.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">11.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 165-168.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">12.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 164.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">13.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 164.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">14.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 172.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">15.A.H.M., Badajoz, L.A., 16 de marzo de 1679, fol. 26. El pago se realizó en esa fecha pero las obras se habían llevado<span style="mso-spacerun:yes"> </span>a cabo el año anterior.</p> </div> <span style="font-family:"Times New Roman";mso-fareast-Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:AR-SA;mso-bidi-language: AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"> </span></div>Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5631912981762113993.post-67637773780564784942010-03-21T10:03:00.000-07:002010-03-21T11:15:43.081-07:00INTRODUCCIÓN<br /><br />Cuando comencé este trabajo pensé que vería la luz como un libro aunque la buena acogida del blog sobre las puertas de Badajoz me convenció que el formato digital alcanza a un mayor número de lectores. Si se ha retrasado su publicación ha sido por razones meramente coyunturales que me tuvieron ocupado en otros asuntos pero hoy, por fin, comienza su andadura. <div>Como venimos haciendo con las puertas, cada una de las entradas se corresponderá con uno de los siguientes capítulos:<br /><br />1. La Guerra (1640-1668). <br />2. Las fortificaciones entre 1668 y 1675.<br />3. Cambio de política (1675).<br />4. El bienio de las obras (1679-80).<br />4.1. Obras de reparación emprendidas por la Corona.<br />4.1.1. El camino cubierto.<br />4.1.2. El Fuerte de Pardaleras.<br />4.2. Obras de financiación municipal.<br />4.2.1. Reparación de las murallas.<br />4.2.2. El cuartel de caballería de Santo Domingo.<br />4.3. Se inicia el recinto abaluartado.<br />5. La obras se paralizan (1680-1688).<br />6. El impulso definitivo (1689).<br />7. Francisco Domingo y Cueva.<br />8. El recinto abaluartado. Una primera valoración.<br />9. Bibliografía.<br />10. Glosario de personajes, lugares, fortificaciones y términos citados en los textos.<br />11. Apéndice documental.<br /><br /><br />1. LA GUERRA (1640-1668)<br /><br /></div><div><br /> La Guerra de la Restauración (Guerra de Aclamación, Secesión o Independencia de Portugal, 1640-1668) es un acontecimiento histórico trascendental para Badajoz y en general para las poblaciones españolas y portuguesas próximas a la frontera.<br /><br /> La guerra se desarrolló, básicamente, en la frontera extremeño-alentejana y el Real Ejército de Extremadura, acuartelado en Badajoz, será el que lleve el peso de la lucha .<br /><br /> En los primeros años, los movimientos de grandes contingentes de tropas fueron escasos. Del lado portugués sólo son reseñables para las campañas de 1643, 1644 y 1646. En la primera de ellas destruyeron los pueblos situados en la banda sur de la ciudad de Badajoz. La campaña portuguesa de 1644 tenía como objetivo destruir los pueblos de la banda norte para completar el cerco a Badajoz pero la batalla de Montijo (26 de mayo de 1644), pese a su confuso desenlace, obligó a los portugueses a retirarse sin completar sus objetivos. La campaña de 1646 tampoco fue muy lucida. En esta ocasión se apoderaron del fuerte de Telena (a unos 10 km. al suroeste de Badajoz) y amenazaron con atacar Badajoz. No obstante, el ejército castellano salió a su encuentro y les derrotó cuando se retiraban a Portugal (batalla de Telena, 18 de septiembre de 1646).<br /><br /> Del lado castellano las acciones ofensivas en los primeros años fueron limitadas y se centraron en las plazas portuguesas de Elvas y Olivenza aunque dichas acciones se saldaron con sucesivos fracasos. La ofensiva más notable tuvo lugar en 1657 cuando el duque de San Germán se apoderó de Olivenza y Mourao. Como respuesta, los portugueses sitiaron Badajoz en 1658 y obligaron a Felipe IV a enviar un ejército de socorro. Felipe IV eligió a su hijo, don Juan José de Austria, para dirigir esta fuerza pues le había solicitado, reiteradamente, que deseaba<br /><br /><i>“…ser empleado en la recuperaçion y Conquista de mi Reyno de Portugal, y los acçidentes presentes han puesto aquellas cosas en estado de no poder dilatar el intento por todos los medios posibles, como ya se ha hecho començandolo a ejecutar con el exerçito que para este effecto mande formar en Merida con asistençia de Don luis de Haro, he tenido por bien de resolber, y ordenar al dho Don Juan mi hijo que sin dilaçion se Venga a españa para seruirme en aquella guerra…” (1)</i><br /><br /> Finalmente será don Luis de Haro, valido del Rey, quien llegue a Badajoz al frente de las tropas y obligue a los portugueses a levantar el sitio. Este prometedor comienzo se vio truncado cuando don Luis de Haro fue derrotado mientras sitiaba Elvas (batalla de las Líneas de Elvas, 14 de enero de 1659). La derrota fue muy severa y desbarató el primer intento serio de entrar en Portugal.<br /><br /> Los esfuerzos para recuperar Portugal se sucederán a partir del año 1660 y estarán protagonizados por don Juan José de Austria al que su padre había nombrado <i>Capitan General del Exercito para la recuperacion de Portugal</i> (2).<br /><br /> En las primeras operaciones del año 1661 conquistó la plaza portuguesa de Arronches y reconquistó el castillo del Alconchel. La campaña de 1662 culminó con la toma de la plaza de Juromenha.<br /><br />Para la campaña de 1663 se levantó el mayor ejército que se había reunido en la frontera de Extremadura hasta entonces. La fuerza principal ascendía a unos 18.000 infantes y 8.000 caballos que entrarían en Portugal desde Badajoz al tiempo que otro ejército penetraba por Galicia y la Armada bloqueaba la boca del Tajo. El ejército castellano pasaba la Raya a primeros de mayo. El 22 caía Évora. Todo parecía marchar perfectamente pero poco después las tropas castellanas eran derrotadas en la batalla de Estremoz o Ameixal (8 de junio de 1663). La derrota fue terrible y para muchos puso de manifiesto la imposibilidad de recobrar Portugal.<br /><br /> La campaña de 1664 tampoco fue afortunada y el ataque del duque de Osuna a las plazas de Almeida y Castelo Rodrigo se saldó con un nuevo revés que costó la pérdida de unos 1.000 hombres y toda la artillería (batalla de Castelo Rodrigo o Salgadela, 7 de julio de 1664).<br /><br /> En 1665, Felipe IV designó a Luis Carrillo Toledo y Benavides, marqués de Frómista y Caracena, para sustituir a don Juan José de Austria (21 de abril de 1665). Según recoge el documento de nombramiento, el marqués de Caracena era<br /><br /><i>“…sujeto de calidad experiençias y credito que se nezesita para el buen cobro y acertada direççion de empresa tan importante como la de la recuperaçion del Reyno de Portugal…” (3)</i><br /><br /> Las esperanzas puestas en este militar y en un ejército compuesto por cerca de 13.000 infantes y unos 6.500 caballos se esfumaron en la terrible derrota de Villaviciosa o Montes Claros (17 de julio de 1665). Esta última derrota junto con las de Estremoz o Ameixal (8 de junio de 1663) y Castelo Rodrigo o Salgadela (7 de julio de 1664) sellaban la independencia de Portugal. Como señala Rafael Valladares, en Madrid se daba por perdida la guerra aunque nadie sabía como liquidarla (4).<br /><br /> En esta fatal coyuntura, el Real Ejército de Extremadura, que había llevado el peso de la guerra, se encontraba cada vez más abandonado. Para hacernos una idea de su penosa situación tan sólo hemos de apuntar que a comienzos de 1666 los soldados llevaban cinco meses sin cobrar.<br /><br /> A las derrotas vino a sumarse una nueva guerra con Francia (Guerra de la Devolución, 1667-1678) que apremió, aun más, a buscar una solución a la guerra de Portugal. En mayo de 1667 Luis XIV había concentrado en la frontera de Flandes a unos 70.000 hombres. La amenaza era tan seria que las asistencias destinadas a Badajoz se desviaron a Bruselas. En estas circunstancias la situación del Ejército de Extremadura se tornaba cada vez más insostenible. Así, el 5 de julio de 1667 el marqués de Caracena informó al Consejo de Estado que el proveedor del tren de artillería le había retirado la mitad de las piezas pues la Real Hacienda no le había abonado el último pago. Una semana después comunicaba la falta de cebada para los caballos, el aumento del número de desertores, etc (14 de julio de 1667) (5).<br /><br /> Con la salida del marqués de Caracena para Madrid se hizo cargo del gouierno de las armas del Egercito de Extremadura el Maestre de Campo General Luis Ferrer de Aragón y Apiano (XIII conde de Almenara y barón de Illosa).<br /><br /> El 26 de diciembre de 1667, Luis Ferrer remitía al Consejo de Guerra una carta en la que lamentaba la falta de fondos y el pésimo estado en el que se encontraban el ejército y las fortificaciones. Las demandas de Luis Ferrer no eran exageradas pues el propio Consejo de Guerra reconocía que ese año solamente se habían enviado 69.000 escudos, es decir, justo la mitad de una de las mesadas o remesas que habían aprobado remitir a Extremadura. En vista de ello, el Consejo de Guerra recomendó al Rey que lo antes posible se proveyesen los caudales necesarios para atender tanto a los soldados como a las fortificaciones (6).<br /><br /> El 21 de enero de 1668, Luis Ferrer informaba que no había podido contratar el asiento del tren de artillería por falta de liquidez y el asentista (contratista) del pan de munición no podía abastecer las necesidades comprometidas para el ejército. Por otro lado, no habían llegado a Badajoz los 8.000 escudos destinados a las fortificaciones (7).<br /><br /> Afortunadamente la paz estaba cerca. En efecto, tras los desastres militares (batallas de Estremoz, Castelo Rodrigo y Montes Claros) habían aumentado los contactos con Portugal de cara a encontrar un acuerdo. Al mismo tiempo un nuevo conflicto con Francia aconsejaba cerrar la guerra de Portugal lo antes posible y destinar los recursos empleados en la frontera portuguesa para luchar contra Francia.<br /><br /> El tratado de paz con Portugal se llevó a cabo con la intermediación de Inglaterra representada por Edward Montagu, I conde de Sándwich (8) . La firma del tratado se realizó el día 13 de febrero de 1668 en el convento de Santo Elói (Lisboa) y fue ratificado en Madrid (23 de febrero) y en Lisboa (3 de marzo). Posteriormente fue necesaria una nueva ratificación en Lisboa (15 de diciembre de 1668) y en Madrid (20 de febrero de 1669). Entre ambas ratificaciones se había publicado la paz tanto en Lisboa como en Madrid. En Lisboa se hizo pública el 10 de marzo y en algunos puntos de sus fronteras se hicieron celebraciones ese mismo día. En Madrid no se publicó hasta el 17 de marzo.<br /><br /> El 18 de marzo, Mariana de Austria, la Regente, remitió una Cédula Real a Badajoz comunicando tanto la publicación de la paz como la obligación de festejar el evento. Luis Ferrer recibió la Cédula Real el 25 de marzo (Domingo de Ramos) e inmediatamente informó de su contenido a las autoridades municipales que esa misma tarde celebraron Cabildo Municipal. En dicho Cabildo se acordó la celebración de manifestaciones de Regosixo y exposición de luminarias en las casas bajo multa de 2.000 mrvs. y 10 días de cárcel . Posiblemente estas celebraciones sólo pretendían que los vecinos percibiesen la paz como un acto de magnanimidad de Castilla y no como el resultado de una derrota (9).<br /><br /> Al tiempo que se negociaba la paz, en Madrid se estudiaba como debía quedar guarnecida y fortificada la frontera tras la independencia de Portugal. Mariana de Austria había ordenado que una junta especial se ocupase de ello y el 4 de marzo de 1668 dicha junta presentó un informe en el que se valoraba la utilidad de las distintas plazas de la frontera y se detallaba como debían quedar fortificadas y guarnecidas cada una de ellas. En lo que se refiere a la frontera extremeña la junta manifestó lo siguiente:<br /><br /><i>“…En esta Provincia es el primer Lugar siguiendo la cordillera Gerez, que no esta fortificado, ni es capaz de que se haga; y parece, que pueden guardar los naturales como hasta aquí, y encargando al Consejo de las ordenes (que es quien pone alli Governador) que sea siempre soldado de experiencias.<br />Siguese la Oliba, y parece que se desmantele<br />En el Castillo de Alconcher que es fuerte, parece se pongan veinte soldados de Milicias con un Capitan, y que se les de pan de municion.<br />Siguese Olivenza, y habiendose de restituir esta Plaza (que es la que se puede llamar asi entre las que tenemos) se tiene por preciso que se fortifique a Valunde (sic) recogidamente; de forma que pueda haber hasta 100 hombres de guarnicion, dejando terreno para que los naturales buelvan á poblar dentro del recinto de lo que se fortificare, para cuya egecucion será necesario que se encargue á Don Luis Ferrer haga reconocer el puesto y delinear la fortificacion, y avise lo que para ella sea menester.<br />La Plaza de Badajoz se sigue después; y parece que se mantenga por ahora su Governador, y hasta ver como se ponen los Portugueses, y se entabla la paz, y llega el tiempo de trocar las Plazas de parte á otra, y si esto se egecuta, será necesario que Don Luis Ferrer se mantenga en su puesto con un Teniente de Maestro de Campo General, y dos Ayudantes, y que en Badajoz haya hasta 200 infantes para las guardias, los 50 de los naturales, los 150 de las Milicias de afuera mas immediatas, que se muden cada tres meses, y á todos se dé pan de municion al dia, y tambien se mantengan 100 cavallos divididos en la misma Plaza y otros parages que pareciere al Maestro de Campo General en dos compañias.<br />En Alburquerque, parece se tengan hasta 130 hombres que guarden el Castillo, y las Puertas, los 30 del lugar, y los 100 de las Milicias de afuera, con orden que se cuide el Castillo de Piedra=buena, y que se les de el pan.<br />En Valencia un Capitan que sea soldado, y 40 de las Milicias para el Castillo, que se muden de tiempo en tiempo, y 25 de los naturales para la guarda del lugar, y se les de pan de municion.<br />El Castillo de Herrera dejarle como está.<br />Que en Alcantara se observe lo que en Gerez<br />La Moraleja que la guarden los naturales, y se les de 40 panes al dia.<br />En la Sierra de Gata no se ofrece que prevenir…” (10)</i><br /><br /> Por lo que se refiere a los soldados, en el informe se explicita en varias ocasiones que los efectivos de Extremadura debían destinarse a Cataluña para estar preparados ante un ataque francés.<br /><br /> Con la independencia de Portugal comenzaba una nueva etapa para Badajoz. Entendemos que la independencia de Portugal ha sido un acontecimiento histórico trascendental pues consolidó el carácter fronterizo de nuestra ciudad. Precisamente el carácter fronterizo y el componente militar de buena parte de su población van a conformar dos de las señas de identidad más persistentes de Badajoz.<br /><br /></div><div><br />NOTAS<div><br /></div><div><br /></div><div>1. A.H.N., Sección Nobleza, FRIAS, C123, D.8-19</div><div>2.B.N., Madrid, Ms. 2389, fol. 13. En los mismos términos se refiere a él Jerónimo de Mascareñas (B.N., Madrid, Ms. 6242, fol. 3).</div><div>3.A.H.N., Sección Nobleza, FRIAS, C123, D.8-19</div><div>4.VALLADARES, R.: <i>La Rebelión de Portugal (1640-1668). Guerra, conflicto y poderes en la monarquía hispánica,</i> Sever-Cuesta, Junta de Castilla y León, Valladolid, 1998, pág. 193.</div><div>5.VALLADARES, R.: <i>La Rebelión de Portugal (1640-1668). Guerra, conflicto y poderes en la monarquía hispánica</i>, op. cit., 197.</div><div>6.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 119-120v.</div><div>7.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 121-121v.</div><div>8.El 21 de enero Luis Ferrer envió un correo al Consejo de Guerra dando cuanta del paso por Badajoz del embajador de Inglaterra (I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, fol. 121). Para todo lo referente a la firma del tratado es muy recomendable la síntesis de José Rodríguez Hernández y Patricia Rodríguez Rebollo ("Entre la guerra y la paz: La Guerra de la Restauración de portuguesa en Extremadura y las negociaciones de paz con Portugal (1640-1668)", <i>VIII Jornadas de Historia de Llerena</i>, Sociedad Extremeña de Historia, Llerena, 2007, pp. 152-154).</div><div>9.GÓMEZ-TEJEDOR CÁNOVAS, M.D.: <i>La Virgen de Bótoa. Semblanzas de Badajoz a través de un culto</i>, Excmo. Ayuntamiento, APROSUBA-3, Badajoz, 1989, pp. 104-105.</div><div>10.I.H.C.M., Madrid, Colección Aparici-XXVIII, ff. 125-126.</div></div>Julián García Blancohttp://www.blogger.com/profile/16954222075551391884noreply@blogger.com10